El 19 marzo inspectores de brigada de seguridad privada policial sevillana -según un escueto comunicado- detuvieron a un sujeto de 58 años por regentar un despacho de detectives sin licencia. Sólo horas después, lo liberaron con cargos por presunta falsedad, estafa y usurpación bajo obligación de personarse ante juzgados cuando fuera requerido.

El detenido se presentaba ante sus clientes ‘.....mediante engaño y argucias convencía para depositar en él su confianza, consiguiendo así realizar para ellos trabajos de investigación reservados en exclusividad al detective privado habilitado...’. El comunicado policial añadió que ‘...Los clientes eran obligados...a abonar facturas superiores a las inicialmente estipuladas, con el engaño de la prórroga y dilatación en el tiempo de las investigaciones. Se ha detectado que, en muchos de los contratos, el detenido falsificaba la firma de los detectives [con licencia] supuestamente contratados para la realización de las investigaciones...’.

Las fechorías del impostor tienen 16 años de antigüedad. Las analiza ya la Justicia y subdelegación del gobierno pues vulneraría también Ley de Seguridad Privada 5/14 (LSP), amén de otras y de protección de datos.El fraude -al parecer- lo respaldan denuncias que alcanzaría a más de 100 víctimas y a detectives noveles a quienes falsificó la firma el individuo detenido.

Obviamente, sabiendo en qué país estamos, es difícil le pase algo más allá de una multa -que recurrirá- y un duro alegato de fiscalía que se llevará el viento. Las víctimas quedarán huérfanas. Usurpar al detective, recordemos, no causa ‘alarma social’, ni es ‘tendencia jurisprudencial’, ni afecta a ‘minorías vulnerables’. Mucho más grave es si el detective viola normas.

Dicha noticia trasvasó las fronteras informativas sevillanas inmediatamente tras los rumores que la persiguen. La ‘agencia’ que regenta el detenido vendería informes a la carta a bufetes, particulares y empresarios. Es decir, hay quienes ahora tiemblan porque pagaron por falsedades bien escritas. Pero útiles en temas judiciales, procesos de herencia, divorcios, chantajes... Esta oscuridad social no brillará, ni incomodará a nadie.

La noticia que comentamos es, en realidad, la punta de una pirámide, de un iceberg con amplia base. Atropella derechos, bolsillos, honras y más normas. El ‘falso detective’ es un personaje que existe porque los oficiales no se suelen prestar al trapicheo, ni al atraco del cliente, pida lo que pida.

Nos tememos que suceda, judicialmente, lo que acaeció en 2012 en Sevilla. Un brillante servicio de investigadores de Comisaría de Sevilla-Centro y UDEF detuvo a varios tras desmantelar un despacho en Parque Torneo de falsos detectives. Allí se ‘blanqueaban’ ofertando informes comerciales (Invesan-Eurocobros). Además, vendían, por cientos de euros, títulos y placas con emblemas oficiales con carteras idénticas a las policiales bajo el falso título de ‘perito judicial de investigación’, ‘agente de fiscalía’ e ‘investigador judicial’.

Los encartados se declararon insolventes en juzgados, tras notificárseles multa por intrusismo. A los defraudados y víctimas de estos detectives-‘cobradores’ ni se les contactó. Siguen huérfanos de autoridad. De apoyo, de alivio oficial. ¿Pasará lo mismo en 2019 con el ‘falso detective’?

Estos personajes no son, ni de lejos, sólo el detenido el pasado 19 de Marzo, ni los de 2012. En Sevilla se calcula que ‘investigan’ sin licencia y con caradura infinita más de cien personas. Los más osados abren despacho con eufemismos que venden su impostura: investigador privado, perito –siempre- judicial de lo que haga falta, criminólogo, investigador comercial... Los más ingeniosos usan anglicismos ‘private/business intelligence’ ‘open sources intellegence’ o ‘agent’ para darle más caché al cuento paravaciar bolsillos. Casi todos coinciden en ‘mil anuncios’ y otros portales gratuitos.

Además de los usurpadores e intrusos del detective privado oficial, encontramos a expulsados y prejubilados –bajo perífrasis de ‘segunda actividad’, ‘disponible forzoso’ o bajas infinitas- de la policía, guardia civil y militares, entre los ’piratas’ del detective. Otros son competidores desleales con pensión, placa y pistola que ejercen el mercadeo desleal.

Las nuevas generaciones están mejor preparadas que las previas. Ahora, al detective para obtener licencia del Ministerio del Interior se le exige un grado universitario de 4 cursos en Criminología –excepto en Sevilla, como veremos- y requisitos similares de acceso a la función pública.

Pues bien, a las hornadas de cientos de nuevas licencias, que sobrepasan las 5.000 en toda España, se une el ansia del dinero fácil sin gastar un céntimo bajo claves de competencia desleal. Llegamos hasta el ‘detective virtual’. Estos profesionales se ofertan en redes e internet sin agencia física. Hay hasta software ‘en la nube’.

Un caso ilustrativo es el de una detective que montó agencia en Facebook con éxito en twitter. La señaló un reportaje como autora del informe que pretendía desmontar a la víctima de ‘La Manada’ en Pamplona. La estrategia fue relativizar secuelas postraumáticas tras la agresión sexual. Lo más reprobable, y de lo que no tiene culpa ésta sabueso ‘virtual’, es que la subcontrató otra detective, por cierto pro-feminista; ¡Qué casualidad! es esposa del abogado de ‘La Manada’, el televisivo penalista Agustín Martínez.

Los detectives que tributan, pagan nóminas, publicidad, gastos de oficina... no pueden competir en libertad e igualdad con quienes tiran precios con trampas. Y ‘milanuncios’ es refugio favorito de estos detectives con licencia, tildémoslos de ‘tiesos’ Los más adinerados sin agencia se ofertan en adwords-google en posiciones destacadas. Les encanta, llamativamente, dar clicks a competidores. Que todo se sabe.

Una inspección de la policía sevillana a finales del pasado 2018 logró que más de 30 licencias de detective se entregaran en dependencias de Blas Infante. La mayoría de los sabuesos ‘cesantes’ ni estaban al día en el IAE, ni pagaban recibos como trabajadores autónomos. Inspectores destacados desde Madrid han desenmascarado al detective detenido este 19 de Marzo que detuvieron sus colegas sevillanos.

Parte sustantiva del problema creado entre detectives legales, los piratas de la investigación privada y los desleales con licencia que aborda la policía con excelente criterio es que en Sevilla constatamos exitosa oferta universitaria para hacerse detective y criminólogo. Películas, novelas y series televisivas tienen parte de responsabilidad del panorama.

El negocio académico tiene el imprescindible gancho del alto desempleo juvenil. En Sevilla el grado de Criminología puede estudiarse en varias universidades: Sevilla-US y Pablo de Olavide-UPO Ahí pueden cursarse un Máster y Doble grado con Derecho sobre la materia. El alumnado, para entender el desvarío que existe, tiene problemas para prácticas de Policía Científica, que acaban siendo virtuales. Pero lo que importa es cobrar matrículas y ofertar excelencia, sí o sí.

Más grave es lo que ocurre con los estudios para habilitarse como detective privado. US, UPO y CEU conciben su oferta formativa bajo el ‘título propio’ según Ley 6/2001, sin convalidación académica si lo comparamos con estudios de Grado o Máster.

Si alguien con Grado quiere convalidar asignaturas con estudios ‘propios’ puede hacerlo, pero no al revés. Y les formaron los mismos docentes y en aulas donde están los del Grado y los del ‘título propio’. Hay reclamos por presunto fraude que se pierden en ciertos cajones de despachos.

Esta realidad lleva a que los egresados de Criminología y Detective llenen los buzones de correos pidiendo prácticas y trabajo en agencias legales, pues no encuentran otra salida laboral privada cuando paradójicamente los detectives no pueden investigar delitos de oficio, sí los privados según LSP.

Toda esta avalancha huele a gran negocio forjado en aulas de la educación pública, mayormente. Los/as ilusionados/as jóvenes que pretenden vivir y cobrar de una vocación o pasión fílmico-TV-literaria quedan huérfanos, como las víctimas de los falsos detectives.

Sólo resta formular preguntas retóricas ¿Actuará ‘quien corresponda’ ante falsos detectives y sus competidores desleales? ¿Se impondrá ‘numerus clausus’ en Criminología y Detective para que asuma el mercado laboral los titulados?, ¿Jueces y fiscalía oirán, por fín, a las víctimas de los falsos detectives?. Perdonen. Se olvida que estamos en proceso multi-electoral y todo esto es ‘políticamente incorrecto’. Gracias.