«América primero»

Trump promete proteccionismo económico, nacionalismo, y lucha contra el yihadismo en política exterior con dos reglas sencillas: fabrica aquí, compra aquí

20 ene 2017 / 21:07 h - Actualizado: 20 ene 2017 / 22:10 h.
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  • Donald Trump pronuncia su discurso de investidura en el Capitolio de Washington. / Efe
    Donald Trump pronuncia su discurso de investidura en el Capitolio de Washington. / Efe

El recién investido presidente de EEUU, Donald Trump, anunció durante su investidura el comienzo de una nueva era que se caracterizará por el «traspaso del poder del establishment al pueblo» para «poner a Estados Unidos primero».

«Vamos a determinar el curso de Estados Unidos y del mundo durante los próximos años», dijo al inicio de un discurso de 15 minutos de duración escrito por él mismo –eso sostiene su portavoz– que pronunció en la explanada del Capitolio tras tomar posesión del cargo.

Trump destacó que, si bien cada cuatro años el 20 de enero se repite el mismo ritual, «la ceremonia de hoy [por ayer] tiene un significado muy especial: no estamos transfiriendo el poder de un Gobierno a otro, o de un partido a otro, estamos quitando el poder de Washington DC y se lo estamos devolviendo al pueblo».

«Durante demasiado tiempo un pequeño grupo en la capital de nuestra nación se ha quedado con la recompensa mientras que el pueblo se ha quedado con el coste. El establishment se protegía a sí mismo, pero no a los ciudadanos», criticó.

«Esto cambia justo aquí y justo ahora», proclamó. «El 20 de enero de 2017 será recordado como el día en el que el pueblo estadounidense volvió a controlar esta nación», afirmó, y prometió que nadie «será olvidado» y que todo el mundo «será escuchado».

El principal objetivo de este «movimiento crucial» será «poner a Estados Unidos primero». Trump lamentó que Washington haya «gastado miles de millones de dólares» en defender y hacer crecer a otros países y aseguró que impondrá «una nueva visión» para revertir todos estos fondos EEUU.

«La fortaleza de nuestro país ha desaparecido de nuestro horizonte (...) y, a partir de ahora, cada decisión sobre comercio, impuestos, inmigración o asuntos exteriores se tomará para beneficiar a los estadounidenses», aseguró rotundo.

«A todos los estadounidenses (...): nunca más volveréis a ser ignorados, vuestras voces, vuestras esperanzas y vuestros sueños definirán nuestro destino y vuestra valentía nos guiará siempre. Haremos que EEUU vuelva a ser fuerte, vuelva a ser rico, vuelva ser orgulloso, vuelva a ser seguro. Juntos haremos que Estados Unidos vuelva a ser grande otra vez», concluyó, rememorando el lema de su campaña: «Haz EEUU grande otra vez».

Para ello su programa no tiene, aparentemente, letra pequeña: Trump afirmó que seguirá «dos reglas sencillas: comprar productos estadounidenses y contratar a ciudadanos estadounidenses», como dijo en su discurso de investidura, en el que reiteró su agenda nacionalista de cara al futuro.

Trump remarcó que serán estos los dos ejes básicos que rijan su política económica, tal como repitió durante la campaña electoral. «Va a ser primero EEUU, primero EEUU, primero EEUU», dijo tres veces seguidas el nuevo presidente estadounidense en la ceremonia en el Capitolio. En este sentido, Trump indicó que buscará la «amistad» con los demás países, pero siempre bajo la máxima de que los intereses estadounidenses están priman.

Igualmente, el nuevo presidente de Estados Unidos prometió erradicar el terrorismo yihadista y defender las fronteras de EEUU.

«Reforzaremos viejas alianzas y formaremos nuevas. Y uniremos el mundo civilizado contra el terrorismo radical islámico, al que erradicaremos completamente de la faz de la tierra», expresó durante su discurso de investidura en el Capitolio.

Por otro lado, Trump criticó que en EEUU «hayamos defendido las fronteras de otros países mientras declinábamos defender la nuestra». Sin embargo, no mencionó su principal promesa electoral: construir un muro en la frontera con México para frenar la inmigración.

«Juntos volveremos a hacer EEUU fuerte otra vez. Rica otra vez. Segura otra vez. Volveremos a hacer EEUU grande otra vez», insistió el presidente estadounidense número 45 ante centenares de miles de asistentes en la Explanada Nacional.

Trump, quien estuvo acompañado por su familia y el presidente saliente, Barack Obama, almorzó a continuación con líderes del Congreso en el Capitolio antes de desplazarse en la limusina presidencial para la Casa Blanca, su residencia durante los próximos cuatro años.

Entretanto, con los focos y los objetivos fijados en el recién llegado, el ya exmandatario estadounidense Barack Obama y su esposa, la ex primera dama Michelle, dejaron Washington por última vez en el helicóptero presidencial con destino a la base aérea de Andrews, desde donde volarán a Palm Springs (California). Los Obama fueron despedidos por el nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, y su esposa, Melania, tras la investidura.