El Banco Central de Turquía (TCMB) anunció ayer la inyección de 6.000 millones de dólares en el sistema financiero del país para garantizar la liquidez de los bancos y detener el desplome de la lira turca frente al dólar.
En un comunicado, el TCMB indicó que reduce los límites de reservas de divisas permitidas a los bancos turcos para así retirar liras del mercado, dar liquidez al sistema y estabilizar el valor de la moneda turca. «Con esta revisión, se inyectarán al sistema financiero aproximadamente 10.000 millones de liras (6.000 millones de dólares) y 3.000 millones de dólares estadounidenses en liquidez equivalente al oro», señaló la entidad en la nota, publicada en su página web.
El mecanismo de opción de reserva, creado en 2011, determina qué porcentaje de las reservas financieras de un banco turco puede estar en divisa extranjera u oro, y qué parte debe estar en liras.
El Banco Central espera que la liquidez de los bancos aumente en 3.800 millones de liras turcas (564 millones de dólares), al brindar más flexibilidad en la gestión de garantías bancarias en transacciones con la divisa turca.
Los límites de depósitos de garantías para transacciones turcas han aumentado de 8.200 a 22.000 millones de dólares.
Por otro lado, la Agencia de Regulación y Supervisión bancaria (BDDK) anunció que limitará las transacciones de los bancos turcos con inversionistas extranjeros al 50 por ciento del capital, y que la tasa se calculará de forma diaria.
Tensiones con EEUU
El ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, declaró ayer que su país ha hecho «lo suficiente» para superar las tensiones con Estados Unidos, causadas, entre otros, por el encarcelamiento en Turquía de un sacerdote estadounidense. «Turquía ha hecho lo suficiente para reparar los lazos (con EEUU)», declaró Çavusoglu en un discurso ante embajadores turcos en Ankara, retransmitido por el canal CNNTürk. «Estamos abiertos a la diplomacia y al consenso, pero aceptar imposiciones está fuera de discusión», añadió.
Washington exige a Ankara la liberación del clérigo protestante Andrew Brunson, detenido en Turquía desde hace dos años bajo acusaciones de terrorismo.
El Gobierno estadounidense ha impuesto sanciones a dos ministros turcos y duplicó los aranceles al acero y aluminio de Turquía, lo que ha aumentado la desconfianza de los inversores en el país euroasiático y acelerado la caída de la lira.