El candidato ecologista derrota por la mínima al de la ultraderecha en Austria

Alexander van der Bellen gana la repetición de las elecciones presidenciales

04 dic 2016 / 22:44 h - Actualizado: 06 dic 2016 / 09:25 h.
  • El presidente electo, Alexander van der Bellen, con su esposa Doris Schmidauer. / Efe
    El presidente electo, Alexander van der Bellen, con su esposa Doris Schmidauer. / Efe

Con el 78 por ciento del escrutinio realizado, el independiente Alexander van der Bellen ganó ayer las elecciones presidenciales austriacas con el 53,3 por ciento de los votos, frente al 46,7 por ciento de su rival de extrema derecha. Norbert Hofer, candidato ultra, reconoció la derrota. «Me siento extremadamente triste», afirmó en su cuenta de Facebook. «Pido a todos los austriacos que permanezcan unidos y que trabajen juntos», señaló el político del Partido de la Libertad (FPÖ). Ya perdió la segunda vuelta celebrada en mayo, que más tarde fue anulada por irregularidades.

El ganador de estos comicios, un catedrático de 72 años hijo de refugiados y ecologista, cree que sus propuestas solidarias con los más débiles y su posición favorable a la UE le han ayudado a ganar.

«Son ideas que la mayoría de los austriacos apoyan», dijo en una entrevista en la televisión pública ORF, en la que también señaló que la lucha contra el paro será una de sus prioridades.

Su rival proponía una línea dura con la inmigración y el islam. En relación con la UE moderó su discurso para evitar perder votantes indecisos del centro, que se convirtieron en la clave de la lucha electoral. Sin embargo, el FPÖ es conocido por sus ideas euroescépticas y cuenta con el apoyo de otros extremistas de derechas del continente.

Una de sus más notables defensoras es la francesa Marine Le Pen, jefa del Frente Nacional. A través de su cuenta de Twitter animó al candidato derrotado por haber «luchado con valentía».

El candidato ultraderechista, un ingeniero de 45 años amante de las armas, pidió a sus seguidores que acepten el resultado. «Los votantes siempre tienen razón», manifestó.

El socialdemócrata Christian Kern, canciller austriaco, compareció anoche para felicitar a Van der Bellen. «Será un gran socio», subrayó.

La victoria de Van der Bellen supone un balón de oxígeno para el proyecto comunitario, que ha sufrido un duro golpe con el Brexit. «El populismo no es una fatalidad para Europa», dijo en Twitter Manuel Valls, primer ministro francés, tras conocer la noticia de la victoria en Austria.

Sigmar Gabriel, vicecanciller alemán y líder del partido socialdemócrata, también usó las redes sociales para señalar que en Austria ha ganado «la razón frente al populismo». Con la votación de ayer se pone punto final a casi un año de proceso electoral. La primera vuelta, con seis candidatos, se celebró en abril. Hofer quedó en primer lugar, con el 35,1% de los votos, seguido de Van der Bellen, con el 21,3%. Socialistas y conservadores, partidos tradicionalmente dominantes, cayeron al tercer y cuarto puesto.

Los comicios de ayer son la repetición de la segunda vuelta que se celebró en mayo y que dio como ganador a Van der Bellen por la mínima. Menos de 31.000 sufragios marcaron la diferencia. Sin embargo, el Tribunal Constitucional anuló en julio el proceso por irregularidades en el recuento.

La fecha inicialmente prevista para llevar de nuevo a cabo la votación era el 2 de octubre, pero hubo que retrasarla por un defecto en el pegamento en los sobres del voto por correo.

También han sido unas elecciones especiales porque por primera vez desde el fin de la II Guerra Mundial ninguno de los candidatos de los dos partidos tradicionalmente dominantes, socialistas y conservadores, pasaron a la segunda vuelta, en un muestra del cansancio ciudadano.

Según el catedrático Peter Filzmaier, experto en Comunicación Política de la Universidad de Krems, en Austria hay «mucha desconfianza» hacia el establishment.