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El líder norcoreano, Kim Jong-un, durante un discurso en Piongyang
Las autoridades de Filipinas han anunciado este sábado la incautación de un carguero norcoreano atracado en un puerto del país. Esta es la primera medida aplicada en respuesta a las nuevas sanciones de la ONU contra Pyongyang tras sus últimos ensayos nucleares y con misiles.
El Jin Teng, de 6.830 toneladas, ha sido inspeccionado por guardacostas filipinos en el puerto de Subic, al noroeste de Manila, poco después de que el Consejo de Seguridad de la ONU ordenara la inspección en todo el mundo de cargamentos con origen y destino a Corea del Norte. El jefe de Comunicaciones de la Presidencia filipina, Manuel Quezon, afirmó que su obligación como miembro de la ONU era «incautar el buque y no permitir que zarpe en puerto». Además, según ha añadido, que la tripulación del barco será deportada próximamente.
Por su parte, el portavoz del Servicio de Guardacostas de Filipinas, Armand Balilo, aseguró que el Jin Teng llegó a Subic el pasado miércoles y que después de realizarse la primera inspección hoy recibió órdenes del Ministerio de Asuntos Exteriores de impedir que la nave zarpara. Balilo ha explicado que «Lo único que transporta el barco son nueces de palmera y no hemos encontrado ninguna sustancia ni objeto ilegal». Sin embargo, esta acción responde a la aplicación de la resolución 2270 del Consejo de Seguridad de la ONU, ante la que el mandatario norcoreano respondió con la amenaza de «movilizar diversos medios para tomar acciones contundentes y sin piedad.
Entre otras medidas, la resolución prevé un embargo total a la venta de armas ligeras y nuevas sanciones financieras contra bancos y activos norcoreanos aunque, de momento, las autoridades filipinas desconocen cuánto tiempo el Jin Teng deberá permanecer en el puerto de Subic, una antigua base naval estadounidense.