La cumbre sobre Oriente Medio alienta el proceso de paz antes de la llegada de Trump

La conferencia se celebró en vísperas de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos el próximo día 20 y en medio de la incertidumbre sobre cómo influirá en el proceso de paz

15 ene 2017 / 21:32 h - Actualizado: 15 ene 2017 / 21:40 h.
  • El secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, en la conferencia de París. / Efe
    El secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, en la conferencia de París. / Efe

Más de 70 países y organizaciones internacionales concluyeron hoy en París una conferencia para dar aliento al estancado proceso de paz entre palestinos e israelíes, que, sin embargo, no acudieron a la reunión.

La conferencia se celebró también prácticamente en vísperas de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos, el próximo día 20 y en medio de la incertidumbre sobre el modo en que su futuro gobierno gestionará o influirá en el proceso de paz, que se encuentra estancado desde abril de 2014.

Auspiciada por Francia y con el respaldo de la ONU, la Unión Europea y la actual administración estadounidense, que envió a su secretario de Estado, John Kerry, la conferencia dio un respaldo claro a la solución de los dos Estados, uno israelí y otro palestino.

La conferencia, convocada por el presidente Francois Hollande, se clausuró hoy con una declaración de los setenta países participantes en la que piden a israelíes y palestinos que retomen las negociaciones con el objetivo de alcanzar la solución de dos estados, a su juicio, la única salida viable al conflicto.

Fue un apoyo simbólico, puesto que ni israelíes ni palestinos formaban parte de la reunión, pero para Francia tiene el valor de manifestar el amplio respaldo que entre la comunidad internacional tiene la solución de dos Estados como salida a la crisis.

«Todos los intervinientes han confirmado que es urgente preservar la solución de dos estados, la única viable y que está amenazada por el avance de la colonización (israelí en los territorios ocupados) y por la violencia», indicó el ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, que presidió la Conferencia.

No se trata, agregó, de sustituir a las dos partes en la mesa de negociación, sino de incitarles a retomarlas, sobre la base de las fronteras previas a la Guerra de los seis días de 1967 y en el marco de los acuerdos ya alcanzados en el pasado.

Frente al pesimismo reinante y ante las duras críticas de Israel a la reunión, el jefe de la diplomacia francesa aseguró que fue un paso adelante» hacia la consecución de la paz, «aunque sea pequeño».

Negó que se trate de doblar la mano de Israel para obligarle a negociar, tal y como había declarado horas antes el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y aseguró que se trata de “una mano tendida” para que las dos partes lo hagan.

«Nuestra única voluntad es tender la mano a las dos partes para favorecer que regresen a la mesa de negociaciones», dijo el ministro francés, que alertó de las consecuencias que en términos de violencia puede acarrear que se mantenga «en punto muerto» el proceso de paz. «Si no hacemos nada seremos responsable de que la situación degenere. Este conflicto no ha perdido su importancia simbólica, que supera todas las fronteras. Alimentarlo sería dar un regalo a los extremistas de todos los países», alertó Ayrault.

El ministro aseguró que si Trump cumple su promesa de trasladar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén sería «una provocación» que «daría argumentos a los terroristas».

«Sería una provocación de consecuencias extremadamente duras», aseguró el jefe de la diplomacia gala, que alertó contra «todo acto unilateral que complique la situación».

Ayrault recordó que otros presidentes estadounidenses ya se plantearon cambiar la legación, pero que finalmente ninguno lo hizo y aseguró que este tipo de gestos solo sirven para entorpecer el camino hacia la paz.

En el mismo sentido se pronunció el secretario de Estado español de Exteriores, Ignacio Ybáñez Rubio, que encabezó la delegación española en la conferencia.

Ybáñez recordó que la declaración advierte sobre cualquier iniciativa que «ponga en peligro» la solución de los dos Estados, por lo que instalar una embajada en una ciudad que ambos reconocen como propia sería «tomar partido por una de las partes».

La conferencia sirvió también para identificar puntos en los que la comunidad internacional puede «incitar» a las partes a negociar, espacios, espacios de inversión económica que se podrían desarrollar en el caso de que se alcance la paz.»Estamos convencidos del inmenso potencial de inversión que representa esa región», dijo el ministro francés, que señaló que la UE está dispuesta a firmar acuerdos de cooperación en caso de que se solucione el conflicto.