La derecha radical alemana desafió ayer a la canciller Angela Merkel y a los millones de musulmanes del país, al proclamar que el islam «no es parte de Alemania» y aboga por proscribir sus símbolos de la vida pública.
El islam encierra una «ideología política» que, en su versión ortodoxa, es incluso anticonstitucional, según el programa del partido Alternativa por Alemania (AfD), aprobado por el congreso federal celebrado este fin de semana en Stuttgart «Un islam ortodoxo, que no respeta nuestro orden y pretende combatirlo, que aspira a imponer su religión, no es constitucional», apunta la moción aprobada por gran mayoría de los 2.000 delegados de la AfD.
La AfD, formación emergente apuntalada en el voto de castigo contra los refugiados, se decantó así sin disimulos por la vía islamófoba, en un congreso salpicado por acciones hostiles de manifestantes izquierdistas y el caos organizativo.
A los retrasos del sábado por los conatos de bloqueo de los accesos a su recinto ferial –con 500 izquierdistas detenidos de un total de 1.500 manifestantes– siguieron discusiones interminables, entre pronunciamientos xenófobos y llamadas a la moderación. El capítulo del islam generó encendidas intervenciones ayer, después de que el sábado se respaldara una moción abogando por la «disolución o reforma en profundidad» de la Unión Europea. A este giro hacia los orígenes euroescépticos de la AfD, fundada en 2013, siguieron pronunciamientos definiendo al islam como «pura ideología política».
El rechazo al islam fue defendido por la eurodiputada y vicepresidenta de la AfD Beatrix von Storch, quien tuvo que acabar frenando a los partidarios de prohibir la inmigración musulmana. «No pretenderán expulsar a todos los musulmanes», atajó von Storch, cuando la discusión iba en esa dirección, mientras la presidenta del partido, Frauke Petry, insistía en que la AfD predica la «neutralidad religiosa».
La líder del partido, quien acudía al congreso presionada por su ala radical, se refirió así al supuesto control que ejercen sobre las clases de religión en Alemania «consejos islámicos pagados por Erdogan», presidente de un país, Turquía, al que la AfD niega pueda ingresar nunca en la UE. El congreso respaldó también la prohibición de los minaretes, el burka y el uso del pañuelo islámico en la escuela, considerados símbolos que implican una presencia pública excesiva de la religión.
Un sondeo de este domingo situaba a la AfD en el 13 por ciento de los votos, de celebrarse ahora elecciones generales, como tercera fuerza tras los conservadores de Merkel y sus socios socialdemócratas.