Amado y odiado a partes iguales, como durante toda su vida. Así se fue la madrugada de este sábado Fidel Castro, líder de la Revolución cubana. Fue su hermano Raúl el encargado de anunciar al país el fallecimiento de Fidel mediante un mensaje emitido a través de la televisión cubana.
«Querido pueblo de Cuba: con profundo dolor comparezco para informar a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo de que hoy, 25 de noviembre del 2016, a las 10.29 horas de la noche, falleció el comandante en jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz», anunció. «En cumplimiento de la voluntad expresa del compañero Fidel, sus restos serán cremados en las primeras horas de mañana, sábado 26». «Hasta la victoria siempre!», finalizó.
Castro, que cumplió los 90 años el pasado mes de agosto, estuvo en el poder hasta 2008, cuando dejó al mando del Gobierno del país a su hermano, debido a una enfermedad de la que nunca se ofrecieron detalles. Su última aparición en público fue, precisamente, con motivo de su cumpleaños, el pasado 14 de agosto.
Castro, hijo de un emigrante gallego y una mujer de origen canario, nació en la localidad de Mayarí, en el este de Cuba, en 1926, en el seno de una familia humilde e iletrada. Su padre, Ángel Castro y Argiz, no le reconoció hasta los 17 años debido a que no consiguió el divorció de su primera mujer y no pudo casarse con la madre de Fidel hasta esa edad.
Tras acudir a un colegio dirigido por jesuitas, en 1945 Castro inició los estudios de Derecho en la Universidad de La Habana donde formó parte de asociaciones estudiantiles y se unió al Partido del Pueblo Cubano, que denunciaba la corrupción de los dirigentes dictatoriales de la época. Es en esta época cuando Fidel Castro comenzó a reunirse con dirigentes de izquierda de países latinoamericanos y participó en manifestaciones contra el Gobierno del presidente cubano, Ramón Grau. En 1948 se casó con Mirta Díaz-Balart, una estudiante de familia adinerada cuyos padres tenían contactos con el político, Fulgencio Batista, quien llegaría a la Presidencia en 1952 y que sería derrocado por el movimiento guerrillero de Castro.
Castro inició a principios de la década de los cincuenta lo que bautizó como el Movimiento, un grupo secreto que comenzó a realizar ataques contra las fuerzas de seguridad cubanas y denunciar la corrupción de la clase política. En 1953 lideró el ataque contra el Cuartel Moncada en Santiago de Cuba, que acabaría con gran parte de la organización detenida. Castro sería sentenciado a 15 años de prisión.
En su estancia en la cárcel, rebautizó la organización por Movimiento 26 de julio, día del ataque a la base militar. Batista liberaría en 1955 a Fidel en un intento por conseguir mejorar su figura ante la opinión pública. Fidel y su hermano Raúl abandonarían el país ese mismo año y se refugiarían en México ante una nueva represión de la disidencia por parte del régimen de la isla. Durante su exilio, Fidel establecería una relación de amistad con Ernesto Che Guevara y un grupo de disidentes que prepararon una incursión militar contra el régimen cubano.
A bordo del barco Granma, Castro partió hacia Cuba junto a un grupo de 80 personas para intentar derrocar a Batista. Sin embargo, los soldados del régimen estaban esperándoles. Tras su huida, inició una guerra de guerrillas. En enero de 1959 se anuncia en Santiago de Cuba el triunfo de la Revolución que provocaría el desmoronamiento del régimen. Castro es aclamado por la población cuando entró en La Habana y en febrero de ese mismo año se convirtiese en primer ministro de Cuba. A partir de este momento comenzaron las reformas de corte marxista, como la nacionalización de las industrias y el aumento del presupuesto a educación y sanidad, que le alejaron aún más de Washington y le acercaron a la órbita de la Unión Soviética. En septiembre de 1960 daría su famoso discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas y poco después, el Gobierno estadounidense ordenaría el bloqueo parcial de la isla que se ampliaría tras la crisis de los misiles en 1962 y que sigue en vigor en la actualidad.
En 2006, Fidel Castro iniciaría la transición de poder a su hermano, Raúl Castro, tras sufrir una dolencia gastrointestinal que le obligaría en 2008 a ceder el cargo de presidente y primer ministro a Raúl en 2008. En 2011, a pesar de su recuperación, cedió a su hermano el cargo de primer secretario del Partido Comunista cubano.
Aunque mantenía su acta de diputado en el Parlamento cubano, Fidel Castro se ha ido retirando de la vida pública manteniendo reuniones con determinados dirigentes que han visitado la isla y publicando en los medios oficiales del régimen sus reflexiones sobre la políticas internacional y manteniendo sus opiniones contra el «imperialismo» estadounidense.