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Portugal tardará varios días en controlar el incendio del Algarve

Las altas temperaturas, la escasa humedad y el viento complican las tareas. Los fuegos avanzan a una velocidad de dos kilómetros por hora

08 ago 2018 / 21:27 h - Actualizado: 08 ago 2018 / 23:25 h.
  • Varios vecinos contemplan atónitos al paso devastador de las llamas en Silves (Portugal). / Miguel A. Lopes (Efe)
    Varios vecinos contemplan atónitos al paso devastador de las llamas en Silves (Portugal). / Miguel A. Lopes (Efe)

Portugal ya tiene asumido que el incendio que está asolando a la región del Algarve tardará al menos «varios días» en ser controlado, pese al refuerzo en la zona de los medios de extinción y el cambio de estrategia de las autoridades. De hecho, las llamas han cogido una velocidad inusitada, a razón de dos kilómetros por hora, hasta el punto de que el humo ya ha tomado las playas y se ha tenido que evacuar a poblaciones y, en último extremo, a los linces del Centro Ibérico del Algarve.

Las temperaturas, que rondan los 35 grados, la escasa humedad y el viento no dan tregua en el término de Monchique, donde se lucha por dominar las llamas, que se reactivan constantemente ante la impotencia de los bomberos. Las autoridades implementaron ayer una nueva estrategia basada en el control del perímetro para evitar el avance del fuego y dividen su atención entre Monchique y el agresivo frente que ha llegado hasta la vecina localidad de Silves. Se trata de una zona montañosa y con una densa floresta que dificulta el acceso de los medios de extinción para combatir el incendio, el cual continúa sin control y ha calcinado ya cerca de 20.000 hectáreas, además de obligar al desalojo de 181 personas como medida de precaución.

El nuevo plan de las autoridades incluye un refuerzo de los medios en la zona, que se componen actualmente de 1.450 bomberos, 450 vehículos terrestres y trece aviones, dos de ellos españoles. Aun así, la situación está todavía lejos de resolverse, advirtió el primer ministro portugués, el socialista António Costa, tras reunirse con los responsables de la lucha contra las llamas.

El fuego, dijo en la primera rueda de prensa que ofrece desde que se declaró el incendio, «no será apagado en las próximas horas» y serán «necesarios muchos días de trabajo para que pueda ser totalmente extinguido». El problema reside en la combinación de la difícil orografía con las adversas condiciones climáticas, que hace que las oportunidades de «combate efectivo» a las llamas sean «muy limitadas», comentó el primer ministro. «El trabajo de contención es el que esta haciéndose, y es el único que se puede hacer ahora», zanjó.

Mientras, la preocupación se extiende entre los residentes, muchos de los cuales se niegan a abandonar sus casas, como les pide la Guardia Nacional Republicana. Por ello, se redoblaron los llamamientos de las autoridades para que se atiendan estas peticiones, toda vez que la evacuación se ha convertido en la prioridad después de los devastadores incendios de junio y octubre del año pasado, en los que murieron más de cien personas.