Un grupo de más de 500 inmigrantes rescatados en los últimos días en el Mediterráneo desembarcó ayer en Taranto (Puglia, sur de Italia) y otro de más de 400 personas lo hizo en Cagliari (Cerdeña, sur), cifras que se suman a los 780 inmigrantes salvados ayer a 30 millas de las costas de Libia.
En concreto, a primera hora de ayer un grupo de 550 inmigrantes que habían sido rescatado por una nave de la Marina Militar alemana llegó a Taranto, mientras que durante la madrugada finalizó el desembarco de 435 personas salvadas por los guardacostas italianos en Cagliari, según confirmaron a Efe las autoridades locales.
La Guardia Costera explicó que en los últimos días han sido socorridos 3.917 inmigrantes en el mar: 887 personas fueron auxiliadas el 30 de julio, 1.230 el 31 de julio y 1.800 el 1 de agosto, en distintas operaciones de salvamento desplegadas en el mar Mediterráneo.
El buen tiempo ha permitido que el éxodo desde el norte de África hacia Italia, país que sirve de puente con Europa, se haya intensificado y en las próximas horas los puertos italianos esperan recibir a más inmigrantes.
Previsiblemente, esta tarde será cuando lleguen al país italiano los 780 inmigrantes rescatados el sábado a unas 30 millas de las costas de Libia. Iban a bordo de cuatro lanchas neumáticas y de una barcaza, en cuyo interior fueron hallados cinco cadáveres. Los puertos en los que serán atendidos estos casi ocho centenares de inmigrantes están aún por determinar, señaló la misma fuente de la Guardia Costera, porque es necesario que el país se organice para recibir a los inmigrantes.
Sin embargo, se estudia la posibilidad de que sean desembarcados en Sicilia, concretamente en los puertos de Palermo, Pozzallo y Trapani, y también en el de Reggio Calabria, en la península.
SOS de París y Londres
Por otra parte, Francia y el Reino Unido mostraron ayer un frente común contra la presión migratoria en el puerto galo de Calais con el que dejaron claros sus esfuerzos para aplacarla, pero advirtieron de que la respuesta debe ser global y contar con el apoyo del resto de países. «Estamos haciendo frente a una crisis migratoria global que no afecta solamente a nuestros dos países. Responder a ella constituye una prioridad europea y una prioridad internacional», subrayaron en un comunicado conjunto sus respectivos titulares de Interior, Bernard Cazeneuve y Theresa May.
La declaración conjunta, publicada por el diario Le Journal du Dimanche, insistió en que París y Londres no pueden gestionar en solitario un problema que comienza con la llegada a Europa de los clandestinos. «A largo plazo, toda respuesta perenne pasa por la reducción del número de personas que abandonan África para llegar a Europa por razones económicas», subrayaron en esa declaración.
La presión migratoria ha estallado con fuerza esta semana con tentativas masivas de entrada a las instalaciones del túnel ferroviario que une ambos países, pero ha sido foco de tensión constante en el pasado en esa zona, donde cerca de 3.000 inmigrantes malviven con el objetivo de cruzar el canal de la Mancha.
Ante los elevados intentos de intrusión desde el pasado lunes, que se situaron el martes en los 2.000 y ayer se redujeron a los cerca de 400, sus gobiernos han puesto en marcha ya medidas de choque. París envió 120 agentes para reforzar la seguridad, mientras que Londres anunció la inversión de siete millones de libras (unos 10 millones de euros) en la construcción de un área de protección para camiones y para levantar una valla más fuerte que la actual.