La torre Pelli vale 160 millones

Caixabank inyecta 220 millones a Puerto Triana, la promotora, para saldar la obra. Más coste que valor

26 abr 2015 / 10:02 h - Actualizado: 27 abr 2015 / 08:24 h.
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  • Imagen tomada ayer de las cobras del complejo con la torre Pelli acabada, los remates de los edificios podio y la urbanización ultimándose. / Inma Flores
    Imagen tomada ayer de las cobras del complejo con la torre Pelli acabada, los remates de los edificios podio y la urbanización ultimándose. / Inma Flores

La sociedad Puerto Triana, promotora de la torre Pelli y participada íntegramente por Caixabank, ejecutó a finales de 2014 una ampliación de capital dineraria por valor de 220 millones de euros, suscrita en exclusiva por el banco. Con tal importe, la entidad financiera afrontará la liquidación de las obras y, además, enjugó las pérdidas arrastradas por la empresa desde que, allá por mediados de julio de 2007, se pusiera la primera piedra del rascacielos. ¿Y cuánto vale éste? 160 millones, nada que ver con las estimaciones hechas en aquellos tiempos de bonanza económica y boom inmobiliario.

En efecto, la auditoría de las cuentas de Caixabank para 2014 revela que el coste de la participación del banco en Puerto Triana asciende 160 millones a valor razonable de mercado, un importe que procede de tasaciones independientes.

¿Qué significa? Que esta sociedad arroja, como mínimo, ese valor de mercado, aunque siempre dentro de la prudencia aconsejada por las normas de contabilidad (conservadora valoración). Es decir, que si se pusiera a la venta, sería el precio base para no apuntarse más pérdidas y, a partir de él, vendría el precio final que se negociara con el hipotético comprador, incorporadas las ganancias (o plusvalías) pactadas.

Eso sí, los números rojos acumulados de la época de Cajasol habrían sido ya asumidos por los saneamientos frente al ladrillo (por la depreciación de los inmuebles e inversiones inmobiliarias no rentables) emprendidos por Caixabank tras la absorción de Banca Cívica, el malogrado grupo bancario de cajas de ahorros que incluía a la sevillana.

Fuentes conocedoras de la operación gestada a finales de diciembre confirman la cuantía y resaltan que, a día de hoy, tras la aguda crisis inmobiliaria, no cabe valorar activo alguno como en 2007 -cuando Cajasol inició el proyecto-, sino conforme a la situación actual del mercado. Y esos 160 millones, insisten, es una cifra «razonable».

Cosa bien distinta es por cuánto se vendería, una intención de enajenar la torre que nunca ha sido descartada por Caixabank. «Construir rascacielos o ser caseros (alquilar oficinas) no es el negocio del banco», recalcan.

Las cuentas son las siguientes. Inyección de 220 millones a Puerto Triana en una ampliación de capital con prima de emisión –es decir, la aportación adicional sobre el valor real de las acciones– con un desembolso ya ejecutado de 160 millones. Esta última cantidad coincide con el valor de la torre, aunque es mera casualidad, son conceptos que nada tienen que ver entre sí. El capital social quedó finalmente en 64,29 millones y las reservas, en 113,97 millones, con unas pérdidas para el pasado ejercicio de 18,89 millones de euros.

No hay que olvidar que, al ser un proyecto en construcción durante casi ocho años, los desembolsos por las obras –uno de los de mayor envergadura es el que hay que finiquitar con Dragados, la constructora que se hizo cargo del proyecto después de la absorción de Cajasol por parte de Caixabank– han sido continuos, mientras que los ingresos sólo procedían de la matriz y no, por lógica, de la explotación del propio edificio –salvo los beneficios fiscales a los que Puerto Triana tuviera derecho. De ahí los números rojos –18,89 millones el ejercicio pasado, 9,19 millones el anterior y 12,38 millones en 2012, año de la integración de Cajasol en Caixabank–.

¿Cuánto ha costado el rascacielos? No hay cifras oficiales, y tampoco están cerradas dado que han sido tres años de gestión de Caixabank de siete largos que ha durado la obra. Las pistas nos la aporta la ampliación de capital de 220 millones de euros y, a pesar del enorme retraso que acumula –en principio se iba a inaugurar a finales de 2010, con tres años de plazo para el mastodóntico edificio–, no se habría alcanzado la friolera de 353 millones estimados en 2007.

Primero porque, al asumir el proyecto, Caixabank renegoció contratos, y segundo porque el Caixafórum comprometido por el banco en las históricas Atarazanas saldrá más barato al trasladarse a la torre Pelli –abrirá en 2016 en uno de los edificios de la base–.

Sí está claro es que Caixabank tardará más de 25 años de los inicialmente calculados por Cajasol para rentabilizar la torre, que ha costado muchísimo más de lo que hoy vale–.