“Lo de que no hay fondos es una excusa para ocultar problemas de gestión”

La actual presidenta del Puerto de Sevilla vuelve a la primera línea política 20 años después y lo hace porque, dice, «es el momento de arrimar el hombro y cambiar la percepción de la ciudadanía»

18 abr 2015 / 12:00 h - Actualizado: 18 abr 2015 / 19:17 h.
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—¿Por qué volver a la política en este momento y después de tantos años?

—Pues, a lo mejor, porque la política está desprestigiada es el momento de volver a ella, de arrimar el hombro y cambiar la percepción que tienen los ciudadanos de ella. La política la entiendo como gestión. Un político es aquel que tiene ideas y que las lleva a la práctica.

—¿Qué cambios hay entre la política que se hacía cuando usted la ejerció como concejal y ahora?

—Tendría que pensarlo... (pausa). En líneas generales, es lo mismo. El desprestigio de los políticos es muy grande en estos momentos. Esa es quizás la mayor diferencia. Esto hay que revertirlo. La sociedad debe sentir a los políticos como esas personas dedicadas al interés público que arreglan los problemas de la sociedad.

—¿Viene para quedarse los cuatro años?

—Claro, dejando fuera circunstancias excepcionales. Pero el compromiso con los ciudadanos es serio. Estoy muy agradecida y orgullosa. Quiero mucho a Sevilla y me gustaría poner un granito de arena en el progreso de una ciudad que siento muy mía.

—¿Usted prometerá crear miles de puestos de trabajo?

—No, no voy a dar una cifra. De lo que sí podemos hablar es de las cosas que podemos hacer para conseguir mejorar el empleo en nuestra ciudad, hacerla más habitable desde el punto de vista de las oportunidades laborales.

—El PSOE y cualquier formación política mantiene en su discurso que lo que hay que conseguir es atraer inversión para que sea ésta la que genere el empleo. El dragado es un ejemplo de proyecto vendido con esa premisa. Pero años después ahí sigue, parado. ¿Esto no es al final vender un imposible?

—Para nada, desde mi percepción claro, que voy a intentar que también sea la suya, para que así se lo transmita a los ciudadanos. El dragado es una obra de infraestructura muy necesaria para el desarrollo del Puerto. Pero el Puerto de Sevilla ya está ahí. Ya es un generador de empleo, ya es un motor de empleo. El Puerto lo que necesita es que se rompa desde la ciudad ese muro de cristal y que haya un apoyo incondicional y absoluto por parte del Ayuntamiento. El Puerto ha estado huérfano del apoyo de una ciudad tan grande como es Sevilla. Debe romperse el muro de cristal y que el Ayuntamiento apuesta decididamente por su Puerto. Eso significa muchas cosas. A veces no dinero. Es coordinarse con el Puerto, saber qué necesita... Igual que hay que hacerlo con el distrito aeronáutico o con Cartuja 93, punta del desarrollo tecnológico. El Ayuntamiento en eso es muy importante y debe propiciar las mejores condiciones para que las empresas en estos ámbitos sigan creciendo. Ahí tiene que estar el Ayuntamiento, un Ayuntamiento que, con sinceridad, está congelado, parado, con muy buenas palabras, sí, pero en el que hace falta gestión.

—¿No ha habido lealtad del Ayuntamiento con el Puerto de Sevilla?

—No tengo problemas ni con Zoido, ni con Landa, ni con Maximiliano [estos dos últimos delegados del PP]. Pero es que hace falta gestión. Eso es lo que demandan los ciudadanos. La política no es sólo gestos y palabras. Y ahí es donde Juan Espadas va a mejorar sustancialmente el Ayuntamiento. Sevilla es una mera ciudad para Europa, tenemos que cambiar la percepción que tienen de nosotros. La Semana Santa, la Feria... son muy importantes para el turismo, son nuestras tradiciones, pero en el exterior nos tienen que visualizar como más cosas: centro industrial, tecnológico... Porque eso atraerá la inversión y ella generará empleo.

—¿Y cómo hacer si en las arcas no había un céntimo?

—Es que hay cosas que no necesitan dinero. Le pongo un ejemplo: los trámites administrativos tienen que mejorar como de la noche al día. No podemos decir que promocionamos la instalación de empresas con unos plazos administrativos, de verdad, dilatadísimos en el tiempo. Con la ley en la mano, eso hay que acortarlo. Las empresas lo que demandan es que sean trámites ágiles.

—¿Por qué no se hace el dragado?

—Es mejor mirar el futuro. La Autoridad portuaria está siguiendo lo dictaminado por el Supremo en su sentencia más reciente: incluir el dragado dentro del Plan Hidrológico del Guadalquivir. Ya se han reunido los técnicos y lo van a hacer como dice el tribunal. Se tardará uno o dos años y en este proceso lo que queda es esperar.

—¿Cuál es su proyecto para revitalizar las márgenes?

—El Puerto ha procurado darle a la ciudad en esta zona de Delicias esa revitalización. Lo hemos hecho dotándonos de un espacio amplio que permite a los ciudadanos andar, correr, expandirse con los niños, ocio... Ahí está la noria (la primera de España fija), el Acuario, el tráfico de cruceros, clubes... Ha sido un inicio muy importante de aprovechamiento de las márgenes. Sigue en trámite el Sevilla Park y el Muelle de Nueva York está ahí después de un convenio con el Ayuntamiento. Pero necesitamos más actividades culturales y de ocio, todo de mano de lo público y lo privado.

—Además de los trámites burocráticos, ¿qué frena a los nuevos inversores?

—En el exterior, Sevilla no es atractiva para los inversores. Debe percibirse que hay masa crítica de industrias, que se pueden generar sinergias, que hay buenos servicios de transporte, que hay empresas tecnológicas... Todo eso que tenemos lo debemos poner en valor. Tenemos que contar cómo es nuestra ciudad en todos sus ámbitos. No en una única línea. Para la UE, Sevilla es una mera ciudad.

—¿Con quién se sentiría más cómoda gobernando, con Podemos o Ciudadanos?

—El discurso que me gusta es el del PSOE y el de Juan Espadas (ríe). Nosotros trabajamos para conseguir el mayor apoyo posible: que los objetivos para Sevilla estén claros, que se perciba que somos una candidatura que escucha y que queremos incorporar lo que todos los sectores nos dicen porque queremos construir Sevilla entre todos. Evidentemente, después los ciudadanos serán los que se pronuncien, los que decidan y, últimamente, nos están diciendo que tenemos que aprender a convivir con otras fuerzas. Y eso está muy bien. Después, de lo que habrá que hablar es de proyectos y de ideas, buscar la confluencia.

—No le he mencionado a IU. ¿Vería con buenos ojos reeditar el pacto con ellos?

—Lo que he dicho antes vale para todos, también para IU. Si hay proyectos comunes, bien. Pero todo esto es anticipar mucho. El foco ahora hay que ponerlo en la imagen de Sevilla que uno quiere ofrecer a los ciudadanos para que cuando depositen su voto sepan cuál es el compromiso.

—¿A qué gran ciudad nos debemos parecer?

—Sevilla tiene que tener su idiosincrasia pero sí hay que buscar buenas prácticas, aquellas que han generado empleo, que han sido innovadoras y que han propiciado bienestar.

—Le insisto, ¿cómo lograrlo cuando el dinero no acompaña?

—Lo de que no hay fondos a veces es una excusa que oculta problemas de gestión. El Ayuntamiento tiene muchos recursos para los que se necesita gestión para ponerlos a funcionar.

—¿En Sevilla se pagan pocos o muchos impuestos?

—Le pondré un caso: el IBI que se aplica en la zona portuaria es más alto que el que se paga en el resto de la ciudad. Si lo que se quiere es fomentar la industria, no se puede penalizar así. Póngalo igual que el resto. Hay que adecuar los impuestos a la realidad que tenemos en estos momentos para generar riqueza y empleo.