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Los ‘restauradores’ del acuario

El estudio Madulob asume terminar el proyecto a medio hacer. La primera tarea ha sido bombear el agua del sótano y limpiar la cal y verdina

el 22 nov 2013 / 23:57 h.

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Se zambulleron sin vacilar en el universo del diseño de acuarios y se iniciaron con un proyecto que, durante una década, había ido siempre a la deriva: el que el Puerto deSevilla lleva años deseando que se culmine en el Muelle de las Delicias, después de dos tentativas empresariales infructuosas. El estudio de arquitectura Madulob, con sede en Bormujos y creado en 2010, presentó hace un año su diseño a riesgo, es decir, sin garantías de que llegara a buen puerto. J.M. Espino (ATESE) J.M. Espino (ATESE) Primero presentó, como tantas otras, su propuesta a Aquagestión, la empresa de Gijón que optaba al acuario pero que todavía no había cerrado su explotación con la autoridad portuaria. Incluso sus responsables se desplazaron tres veces al norte del país para “sacar idear” de otros acuarios gestionados por la empresa en Gijón y Getxo. Al final convenció a Aquagestión que, tras meses de incertidumbre, recibió la adjudicación de los trabajos y retomó las obras del centro sevillano en abril. Tras esa espera, Carlos Ruiz y Francisco Martínez, de Madulob, viven el 2013 por y para el acuario no sin dificultades. La primera de ellas partir de un edificio que está a medio hacer, con unas ideas prefijadas, y agravado por su estado de abandono. De hecho, confiesan que el primer trabajo que desarrollaron sobre el terreno fue de limpieza. Tanto que los dos primeros días se centraron en “achicar con una bomba” el agua del sotano, que estaba anegado. “Llegaba a los 80 centímetros de altura y hasta dejó una marca de cal”, afirma Carlos, que señala que el auditorio “estaba cubierto de algas” o verdina que fue retirada. Tras esos pasos previos, tocó retomar unas obras que confían culminar en abril de 2014. Un plazo que es el mismo que se marcó en la presentación de este proyecto, hace justo un mes, el director de Aquagestión, Iñaki Aguinaga. Ahí, ya avanzó la presencia de 10.000 ejemplares de 400 especies distintas, así como la construcción de un oceanario y una de las mayores instalaciones de tiburones de Europa. Hasta se atrevió a dar una previsión inicial de visitantes en su primer año en funcionamiento: en torno a 600.000 personas. En Madulob son más discretos. No quieren dar pasos más allá de sus compañeros de viaje y tampoco se cierran en banda con su diseño, siendo conscientes de que, al ser un edificio que han cogido a la mitad, es susceptible de cambios. Pero no por ello aportan sus pinceladas. Así,ambos destacan, además del oceanario, la entrada principal del acuario y el inicio del recorrido, de 90 minutos de duración. “El visitante pasará por un puente que le permitirá cruzar un estanque y se topará con un óculo [una ventana de forma circular u ovalada] en el que tendrán la primera visión parcial del oceanario, que se encontrarán más tarde”, indicó Carlos Ruiz. Además, a diferencia de otras instalaciones de este tipo, donde casi todo su recorrido suele ser a oscuras, este contará con “espacios de transición”, gracias a unas ventanas abiertas al río Guadalquivir. La vía abierta que se han buscado con el acuario de Sevilla ha permitido a Madulob embarcarse en otros proyectos, algunos de ellos relacionados con la construcción de acuarios. No en vano, están desarrollando, también de la mano con Aquagestión, el anteproyecto para el acuario de Constancia (Rumanía), además de colaborar en el diseño del acuario natural de Ceuta. Sus redes también se han extendido con el diseño del mercado municipal de PuebloNuevo, en Panamá y otras iniciativas como la construcción de casas de diseño o la rehabilitación de edificios degradados del casco histórico de Sevilla, para su puesta en valor. Varias firmas de hostelería se han interesado por la explotación del restaurante y la terraza Una vez que se está desenredando el constante bloqueo sufrido por el acuario de Sevilla, al proyecto le empiezan a surgir las primeras novias. Y es que Aquagestión no sólo tiene los derechos de explotación del acuario como tal, sino que las instalaciones también cuentan con componentes con cierto valor añadido, como una galería comercial y un restaurante con terraza al que esta empresa tendrá que buscar inquilinos. Candidatos no faltan. Desde la propia empresa han avanzado que son “varias las firmas” de hostelería –algunas de ellas sevillanas– que se han dirigido a Aquagestión para informarse de las condiciones. La galería comercial y los espacios de restauración forman parte, al igual que el auditorio con tanque para 250 personas,    de una segunda fase de las obras, que el propio Iñaki Aguinaga señaló que se culminaría entre 2015 y 2016. En todo caso, no se descarta de que se acorten los plazos ante el interés creciente de las empresas.

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