Lunares, rebujito, talento, fiesta... y la pareja de oro (4-0)

La tropa de Pepe Mel, con su esmoquin a estrenar, reafirmó su condición de máximo aspirante al título de Liga con un triunfo labrado gracias a dos ramalazos de calidad y una solidez inherente a aquellos que se alían con la inercia para reinar

19 abr 2015 / 13:52 h - Actualizado: 21 abr 2015 / 12:09 h.
"Segunda División","Crónica Real Betis","Rubén Castro","Jorge Molina"
  • Jorge Molina y Rubén Castro se abrazan a dos compañeros en la celebración de un gol. / Manuel Gómez
    Jorge Molina y Rubén Castro se abrazan a dos compañeros en la celebración de un gol. / Manuel Gómez
  • Celebración del primer gol ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
    Celebración del primer gol ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
  • Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
    Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
  • Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
    Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
  • Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
    Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
  • Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
    Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
  • Antonio Morera Vallejo y Chary Maldonado conversan con el presidente del Betis, Juan Carlos Ollero, en el antepalco. / Manuel Gómez
    Antonio Morera Vallejo y Chary Maldonado conversan con el presidente del Betis, Juan Carlos Ollero, en el antepalco. / Manuel Gómez
  • Lunares, rebujito, talento, fiesta... y la pareja de oro (4-0)
  • Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
    Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
  • La asociación Arpa en la previa del partido del Betis-Zaragoza. / Manuel Gómez
    La asociación Arpa en la previa del partido del Betis-Zaragoza. / Manuel Gómez
  • Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
    Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
  • Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
    Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
  • Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez
    Un momento del partido del Betis ante el Zaragoza. / Manuel Gómez

Pura fiesta. Manzanilla, embutidos y gambas de Heliópolis. El Real Betis es el líder y el alma de la celebración. El Real Zaragoza eligió las babuchas y el pantalón descosido para acudir a una mañana de lunares y rebujito. La tropa de Pepe Mel, con su esmoquin a estrenar, reafirmó su condición de máximo aspirante al título de Liga con un triunfo labrado gracias a dos ramalazos de calidad y una solidez inherente a aquellos que se alían con la inercia para reinar.

De inicio, Mel apostó por la titularidad de Kadir en detrimento de N’Diaye, a priori el favorito para gestionar el doble pivote con el polivalente Lolo Reyes. Dani Ceballos asumió la brújula en la medular y, sin tiempo para digerir el mapa, el cuadro de Heliópolis indultó a Bono con un lanzamiento del chileno que desvió el pánico del arquero aragonés.

En los primeros compases, el Real Betis ejercía un dominio total ante un rival que porfió sus esperanzas a un 1-4-1-4-1 en la transición defensiva. Con los anfitriones asfixiando a los rojillos, el graderío reclamó penalti por manos de Cabrera en un lanzamiento de Jorge Molina. Los prismáticos delataron al zaguero. Infracción clara que el colegiado, a un palmo de la acción, ignoró.

Con un ritmo más dinámico y un control más alterno, el plantel de Ranko Popovic, que hasta entonces había elegido una pensión de bajo precio para dormir y esperar al amanecer, reclamó penalti por unas presuntas manos en el interior del área verdiblanca y perdonó el 0-1 en un lanzamiento de Borja Bastón que se marchó guiñando a la madera. El transcurso de los minutos fue apagando la intensidad ofensiva de los de La Palmera, que respiraron con alivio cuando el poste escupió un lanzamiento de Pedro, vertical y con rapidez en las contras.

Sin embargo, en Segunda División la jerarquía es un grado que decanta partidos y suma puntos. Y en un alarde de clase y definición, Dani Ceballos inventó un sensacional envío al costado diestro del área visitante, donde Jorge Molina controló, fintó a su par con un giro de cadera sensacional y cruzó el cuero para batir a Bono y alentar a una afición entregada y con callos en las palmas de las manos de aplaudir y sentir. De gritar y vivir.

Con el Betis monopolizando la posesión y aletargando la efusividad de un Zaragoza plomizo, Molinero conectó un pase a Rubén Castro, que gritó de rabia cuando Bono atrapó su cabezazo a bocajarro. A un metro de la red. A un segundo del éxtasis y un 2-0 que hubiera acelerado la cocción de la victoria. Y así se cerró un primer acto de luces, sombras y destellos de dos jugadores, Ceballos y Molina, con credenciales de Primera. Sencillamente de Primera.

Tras el tiempo de consignas, el Real Zaragoza trató de aclimatarse a las exigencias del guión. Ranko Popovic recurrió a Javi Álamo para dotar de consistencia a la sala de máquinas, aunque el Betis, líder y con el equipaje repleto de confianza, fusiló a su víctima después de un gol de cabeza de Rubén Castro a centro de Molinero. El lateral diestro conectó con calidad y suficiencia con el intermitente Kadir. 2-0 y los comensales satisfechos con el menú.

Con el invitado a la fiesta fatigado y sin apetito, el Betis decidió brindar a su afición una mañana de fútbol de decibelios. La clientela se divirtió con el 3-0, obra de Jorge Molina a pase de su escolta en ataque, Rubén Castro, y tributó a Casado una sonora ovación. Eran momentos de fiesta y de gozo colectivo. Mel, puños cerrados y grito al viento, recorría el área técnica para mantener la intensidad de sus hombres, aquellos que han embarcado en un cohete para buscar la Primera División.

Con el expediente cerrado y el tribunal popular declarando vencedor a los de La Palmera, el técnico heliopolitano recurrió a Vadillo, que relevó a un aclamado Dani Ceballos, y a Cejudo, que buscó percutir en la desnutrida y enjuta línea de iniciación aragonesa. Y hasta hubo tiempo de vociferar el 4-0 de Rubén cuando el público enfilaba los vomitorios con una sonrisa sincera y el pin de la Feria en la solapa. Hasta la próxima, Betis.

Ficha técnica:

Real Betis: Adán; Molinero, Bruno, Jordi, Casado (Cejudo 73’); Lolo Reyes, Dani Ceballos (Vadillo 78’), Kadir (N’Diaye 66’), Portillo; Jorge Molina y Rubén Castro.

Real Zaragoza: Bono, Vallejo, Rubén (Rico 66’), Mario, Cabrera, Jaime, Dorca, Basha, Natxo Insa (Javi Álamo 46’), Pedro (William José 71’) y Borja Bastón.

Árbitro: Trujillo Suárez (Tenerife). Amarilla al visitante Mario.

Goles: 1-0 Jorge Molina (28’). 2-0 Rubén Castro (52’). 3-0 Jorge Molina (64’). 4-0 Rubén Castro (89’).

Incidencias: 32.256 espectadores en las gradas del Benito Villamarín.