Bajo la mirada de la Virgen de los Reyes y en una Capilla Real a rebosar, Joaquín Sainz de la Maza se convertía este martes de forma oficial en el octavo presidente seglar del Consejo de Cofradías de Sevilla. El ex hermano mayor de la Macarena juraba así su nuevo cargo en el transcurso de una eucaristía que estuvo presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, y en la que hicieron lo propio el resto de miembros de la junta superior y los diferentes delegados.
Con puntualidad canónica, la misa votiva del Espíritu Santo daba comienzo a las ocho de la tarde, concelebrada por el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Marcelino Manzano. Junto al altar de la Capilla Real –«el corazón de la Catedral de Sevilla», como la calificó Asenjo– se situaban los miembros del Consejo saliente y los componentes del equipo de Sainz de la Maza, a los que acompañaban autoridades como el alcalde de Sevilla, Juan Espadas o el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz.
Durante su homilía, el arzobispo se refirió al papel del Consejo en la sociedad actual, donde «por desgracia de tanto en cuanto aflora en la prensa la ruptura de la concordia en las hermandades». Por ello, la principal tarea que les asignó fue ser «servidores de la unidad», invitándoles a «acudir» a las cofradías «que tengan dificultades» para ser «humildes artesanos de la paz». «Sevilla solo creará en nosotros –dijo– si nos ve unidos».
La otra encomienda pasa por ser «servidores de la verdad», sostenida en «la identidad genuina» de las corporaciones. Una apuesta que según el arzobispo debe apoyarse en el culto, el fortalecimiento de la vida cristiana de los cofrades, la formación –«las hermandades deben ser escuelas y talleres de santidad»–, el vigor apostólico –«que deben tomarse más en serio»– y el servicio a los pobres. Éste, «el aspecto que mejor está funcionando».
El prelado tuvo palabras para el «notable servicio» del Consejo saliente «en un periodo nada fácil». Sobre ellos dijo haber sido «testigo de tantas críticas, a veces infundadas» y también «como en las últimas semanas muchas personas han alabado el trabajo» del presidente Bourrellier. Les agradeció su «relación cordial, leal y sincera» y les invitó a que la relación «de carácter institucional» que ha existido hasta ahora pase a ser «amistosa».
El ‘nuevo’ Consejo
Con este acto, la primera lista del Consejo elegida con los nuevos estatutos quedado configurada oficialmente. Así, junto a los miembros de la junta superior, formada por Sainz de la Maza –presidente–, Antonio Piñero –vicepresidente–, Carlos López Bravo –secretario– y Francisco Vélez –tesorero–, juraron el cargo los otros 17 miembros del nuevo equipo.
En concreto, José Francisco Haldón y Ernesto Martín serán los nuevos delegados de sacramentales; Eduardo Carrera, Milagros Ciudad, Miriam Frutos, Miguel Ángel Martín, Jesús Basterra y Silvestre Prado, los responsables de las corporaciones de gloria. Por su parte, los delegados de penitencia se reparten entre José Carlos Campos (Vísperas), José Manuel Albiac (Domingo de Ramos), Javier Escudero (Lunes Santo), Juan José Morillas (Martes Santo), Miguel Cuevas (Miércoles Santo), José Carretero (Jueves Santo), José María Cuadro (Madrugada), Manuel Vicente Durán (Viernes Santo) y Enrique Durán (Sábado Santo y Domingo de Resurrección).