Cachorro. Así mueren los hombres. El último y rotundo verso del extraordinario poema que Aquilino Duque dedicó al Cristo de la Expiración, «Tronco moreno de Judea», sirve de título a la nueva película gestada por el dúo de los Carlos –Colón, como guionista y director, y Valera, como realizador– para la hermandad del Cachorro, y cuyo estreno tendrá lugar este martes en la Sala Joaquín Turina.
Después de innumerables horas de grabación durante algo más de dos años, la duración del montaje final es de 76 minutos. «El hilo argumental es el Cristo del Cachorro y lo que expresa. De él va naciendo todo lo demás, desde los cultos o la historia de la Hermandad hasta el importante papel de la Virgen del Patrocinio en su advocación gloriosa –fuente de la Hermandad- y por supuesto en la dolorosa», explica su director. Con la locución de Antonio García Barbeito, todos los textos de la cinta han sido creados ex profeso por Carlos Colón, salvo el poema de Aquilino Duque, y unos insertos de Núñez Herrera, Rafael Laffón y Romero Murube.
La película contiene muchas imágenes del archivo de la hermandad y de particulares, más algunas en movimieto de los años 20. Pero, una vez más, son los sobrecogedores planos, grabados con una cabeza caliente, del estudio anatómico de la imagen del Crucificado los que «dan vida» al filme. «Nunca antes en la historia de esta hermandad se había hecho una grabación de la imagen del Señor fuera de su altar. Con el permiso de la junta de gobierno, hemos colocado al Cristo en el centro de la iglesia, de pie, debajo de la cúpula, para realizar el estudio de la imagen», destaca el realizador, Carlos Valera.
Cachorro. Así mueren los hombres contiene secuencias de la estación de penitencia de la cofradía, del besapiés del Señor el Domingo de Resurrección, de los cultos de la hermandad, «pero diluidos en una línea narrativa que salta de un tiempo a otro, de un acto a otro, procurando evitar lo previsible», señala Colón. Además, por vez primera, se ha colocado una cámara en el interior del Arco del Postigo para captar cómo transita el paso del Crucificado de la calle Castilla por esta antigua puerta de la ciudad, casi rozando su cal.
¿Y cuáles serán los planos que más sorprenderán al público? «Creo que sobre todo aquellos en los que la luz va descubriendo aspectos admirables, sorprendentes y sobrecogedores de la portentosa imagen. También el tratamiento de la historia de la Hermandad o el final, que guarda una sorpresa», avanza el director. Obras religiosas contemporáneas, muy recias, de Penderecki y de Olivier Messiaen, componen la banda sonora de una película que, a decir de Carlos Valera, «no sólo es capaz de hacer reír o llorar al espectador, sino que además va a hacerle sentir terror, un miedo provocado». «Cuando una persona se va a morir puede sentir el terror de preguntarse adónde va a ir, qué viaje emprenderá. En la hora de su muerte, Cristo descendió a los infiernos para luego subir al cielo. Ese terror el que hemos sido capaces de reflejar en la película». A pesar de su peso indudable en la cinta como una de las grandes devociones de Sevilla, no sólo la imagen del Cachorro protagoniza esta obra audiovisual. La Madre y Señora del Patrocinio, «Virgen del fuego renacida», también está muy presente en el filme. «Es una de las grandes sorpresas de la película. Creo que vamos a descubirir una Virgen del Patrocinio bastante desconocida por muchos hermanos», advierte Valera.
¿Y qué detalle nuevo ha descubierto Carlos Colón de la devoción al Cachorro al realizar esta película? «La tensión que lo desgarra entre la vida y la muerte, la agonía y la Gloria, la Tierra y el Cielo... Y el asombroso hecho de que una imagen tan anatómicamente perfecta contenga tanto espíritu. Parece como si Gijón, al trabajar con tanta perfección la anatomía y acusar tanto (lo que no es propio de la escuela sevillana) el detalle cruento de la expiración –¡esos ojos terribles!– se hubiera retado a sí mismo para hacer aflorar tras el realismo extremo una carga espiritual también extrema. Como si dijera: así de cruel es la muerte, pero Dios es aún más fuerte que ella». El estreno, este martes.
La película cuenta con dos colaboraciones de excepción. Una es la del poeta y ensayista Aquilino Duque, autor probablemente de la poesía más rotunda que se le ha escrito al Cachorro. «Esta noche, Manuel, tú sobre el puente (...)». El propio Premio Nacional de Literatura presta su voz para declamar la poesía. La otra colaboración la pone al cantante Joana Jiménez, que ha grabado expresamente para esta película una saeta «que dará que hablar».
El hermano mayor del Cachorro, Marco A. Talavera, se muestra muy satisfecho del resultado final de la película, cuyo estreno se producirá este martes en la Sala Joaquín Turina en una doble sesión para las que se han agotado todas las invitaciones. «Pretendíamos enseñar el Cachorro a Sevilla y al mundo entero. Es cierto que nuestro Cristo sale hasta en los libros de arte,pero queríamos impregnar la ciudad de más Cachorro».