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Barajan tres posibles ubicaciones para el monumento al costalero

Situarlo frente al Archivo de Indias requiere del permiso de la Comisión Provincial de Patrimonio; Puerta de Jerez y Plaza del Rialto, otras opciones

25 ago 2016 / 20:42 h - Actualizado: 26 ago 2016 / 21:40 h.
"Cofradías"
  • Barajan tres posibles ubicaciones para el monumento al costalero
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  • Barajan tres posibles ubicaciones para el monumento al costalero
  • Un costalero se ajusta la ropa mientras el otro, de brazos cruzados, oye las últimas instrucciones del capataz antes de la salida.
    Un costalero se ajusta la ropa mientras el otro, de brazos cruzados, oye las últimas instrucciones del capataz antes de la salida. José Gómez Palas

{Además de la ubicación propuesta inicialmente por sus promotores, frente al Archivo de Indias, el Ayuntamiento de Sevilla baraja ya otros dos posibles emplazamientos para levantar el monumento al costalero que, impulsado por el capataz Antonio Santiago y financiado por la Fundación Caja Rural del Sur, se proyecta inaugurar en la ciudad en la Cuaresma de 2017.

Según figura en la memoria del proyecto, a la que ha tenido acceso este periódico, el lugar propuesto inicialmente para la ubicación del citado monumento es el espacio comprendido entre el inicio de la calle Adolfo Rodríguez Jurado y la avenida de la Constitución, próximo al edificio Coliseo, concretamente en la zona ajardinada de forma triangular que existe en la esquina con la calle Santander. Ése fue, de hecho, el emplazamiento anunciado por sus promotores cuando el monumento fue presentado en público en marzo de 2015 con el apadrinamiento del entonces alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y del presidente de la Caja Rural del Sur, José Luis García Palacios, entidad que ha sufragado íntegramente su coste. Sin embargo, al tratarse de un enclave próximo a la Catedral, asomado a la avenida de la Constitución y rodeado de edificios históricos, su ubicación en esta zona monumental requeriría, según informan fuentes municipales, de la aprobación de la Comisión Provincial de Patrimonio de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

Desde el pasado mes de julio, el proyecto se ha complementado con un «anexo» en el que figuran otras dos opciones de emplazamiento algo más distanciadas del corazón monumental de la ciudad. Dos alternativas que ya no requerirían para su colocación del visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio sino de la Comisión Local de Patrimonio Histórico, organismo adscrito a la Gerencia de Urbanismo.

De este modo, como segunda opción para ubicar el monumento se propone la Puerta de Jerez, en el espacio urbano que se crea en las confluencias de la calle San Gregorio, la avenida de la Constitución y la calle San Fernando. Más concretamente, las tres figuras que componen el conjunto escultórico –dos costaleros y un capataz, concebidos y modelados a tamaño natural por el artista moronense Manuel Martín Nieto– se levantarían en la zona más cercana al muro lateral de la capilla de Santa María de Jesús, con fachada hacia la propia Puerta de Jerez. Este espacio está delimitado por una serie de árboles (naranjos y cipreses), bancos y farolas y, como fondo, el propio muro de la fachada de la capilla que gestiona el Consejo de Cofradías de Sevilla.

La tercera opción que se propone es la plaza Padre Jerónimo de Córdoba, delimitada por las calles Escuelas Pías y Jáuregui. Se trata de un espacio urbano habitado diariamente por muchos ciudadanos, con arboleda de sombra, con una zona acotada de juegos infantiles, un punto de consumo de agua potable, contenedores soterrados, quiosco de prensa, parada de bus y bancos de forja. En un lateral de esta plaza, más cerca de la calle Jáuregui, se inauguró en marzo de 2014 el monumento al cantaor Pepe Peregil, frente a su célebre taberna Quitapesares.

Fuentes municipales aseguran que «todavía no hay tomada ninguna decisión» sobre la ubicación definitiva de un monumento cuyas obras de colocación (movimiento de tierras, cimentación, albañilería, revestimientos y jardinería) se calculan en un importe superior a los 7.000 euros.

Recibido con polémica por las organizaciones ciudadanas y las entidades de defensa del patrimonio –que cuestionaron no sólo el primer emplazamiento elegido para su colocación sino también la necesidad de erigir una nueva estatua centrada en el localismo, el folklore y la religión–, el monumento al costalero se compone de tres figuras con una altura aproximada de 1,80 metros. Dos de ellas representan a sendos costaleros mientras la tercera es un capataz con su riguroso traje negro.

Las tres componen un conjunto costumbrista, una escenografía en la que uno de los costaleros atiende las indicaciones de su capataz durante la entrega de los relevos, mientras el otro presencia la conversación preparatoria de la salida procesional, a la vez que se
abre la ropa «en un típico gesto de los costaleros para quitar las arruguillas del costal», refiere el autor de la obra, Martín Nieto.

«En Sevilla no existe ningún otro monumento con tres figuras. Se trata, además, de tres esculturas, dos costaleros y un capataz, realizadas a tamaño natural, la menor de las cuales mide 1.78 metros. Estamos hablando de un conjunto escultórico de unas importantes dimensiones que no podemos colocarlo en un emplazamiento pequeño», reflexiona el capataz, Antonio Santiago, principal impulsor de este monumento. El peso del conjunto escultórico, ya realizado y fundido en Valencina de la Concepción, en la fundición Marcelo, es de unos 600 kilos.

El color del monumento no será uniforme con el fin de resaltar todos los detalles. La obra se completa con un altorrelieve en bronce, con unas dimensiones de 1,30 por 0,90 metros, adosado a la cara principal del pedestal y que representa la esquina de un paso –con volutas barrocas y el anagrama de la ciudad de Sevilla–, en el que el faldón apareciera recogido, ya que se ve el zanco y la zambrana de la parihuela.

El conjunto escultórico se levantará sobre un pedestal con forma de ortoedro y revestido en todas sus caras de placas de granito blanco.

Más de 30 años. {El deseo de sus promotores es que el monumento al costalero pueda inaugurarse en la Cuaresma de 2017. Habrá culminado entonces una iniciativa que comenzó a gestarse en Sevilla hace más de tres décadas.

Fue concretamente en agosto de 1983 cuando, interpretando el sentir de la ciudad, un grupo de cofrades –todos ellos pertenecientes a la tertulia del desaparecido capataz Manuel Bejarano– hicieron entrega en el registro del Ayuntamiento de una propuesta para erigir un «Monumento al Costalero de Sevilla». Aquel escrito, en el que se solicitaba la aprobación del proyecto al entonces alcalde de la ciudad, Juan Fernández y García del Busto, nunca tuvo respuesta.

Casi veinte años después, en diciembre de 2002, algunos de los promotores de aquella iniciativa desempolvaron y rescataron la histórica solicitud con el propósito de hacer realidad lo que ya en el año 1983 consideraron «un justo tributo de admiración y afecto al costalero de la ciudad de Sevilla». Con el apoyo de nueva sabia de la gente de abajo, dos históricos del costal, Gonzalo Santiago Gil alias El Pingüino y José Sánchez Baquet Hipólito, plantearon de nuevo la iniciativa al Consejo de Cofradías para hacerlo partícipe de este proyecto, siendo entonces presidente Manuel Román Silva.

Pero la propuesta quedó de nuevo entonces en vía muerta hasta que el capataz Antonio Santiago decidió retomar en 2014 el relevo de su tío El Pingüino para plantear a la anterior corporación municipal, regida por el alcalde Juan Ignacio Zoido, que atendiera esta petición.

El 17 de marzo de 2015 la iniciativa tomó definitivamente cuerpo con la presentación pública del proyecto, que unos meses más tarde, en diciembre pasado, fue presentado a la nueva corporación municipal, de la que se espera la aprobación definitiva para su colocación en la Cuaresma de 2017.