Bordados renacidos de las llamas

La hermandad de Los Gitanos presenta la nueva túnica bordada del Señor de la Salud, donada por un grupo de devotos, cuya traza reproduce a la que desapareció en la quema de San Román

10 feb 2017 / 22:13 h - Actualizado: 10 feb 2017 / 22:36 h.
"Los Gitanos"
  • El hermano mayor de Los Gitanos, Pepe Moreno, y el presidente del Círculo Mercantil, Práxedes Sánchez, descubren la pieza. / Manuel Gómez
    El hermano mayor de Los Gitanos, Pepe Moreno, y el presidente del Círculo Mercantil, Práxedes Sánchez, descubren la pieza. / Manuel Gómez
  • Al fondo, la célebre mantilla de la duquesa de Peñaranda y la incónica foto de Haretón. / Manuel Gómez
    Al fondo, la célebre mantilla de la duquesa de Peñaranda y la incónica foto de Haretón. / Manuel Gómez

El 18 de julio de 1936 la parroquia de San Román fue pasto de las llamas. En este incendio la hermandad de Los Gitanos perdió sus imágenes titulares y la mayor parte de su patrimonio, incluida la célebre túnica bordada que estrenó el Señor de la Salud en 1892, atribuida tradicionalmente a Rodríguez Ojeda por su semejanza a la de los cardos de la Macarena.

Más de 80 años después, aquella túnica de inspiración romántica, de hojas de cardo y acanto, ha resurgido de las cenizas gracias al empeño de un grupo de hermanos y devotos que se propuso en 2014 ofrendar al Señor una reproducción de tan magnífica pieza. Primero, y tras el nombramiento de una comisión encabezada por el historiador del arte Gabriel Ferreras, encargaron el diseño de la pieza desaparecida al cordobés Rafael de Rueda, quien logró recrear fielmente el dibujo gracias al estudio minucioso de la documentación gráfica existente. Y luego, encomendaron su ejecución al taller de Sucesores de Elena Caro, por su histórica vinculación profesional a la hermandad desde que en 1938 se le encargó el palio de las Angustias. Después de vender muchas estampas para financiar su hechura y de organizar rifas en las que se sorteaba un hábito completo de nazareno de la hermandad, el sueño de restituir al patrimonio de la cofradía una de las piezas más emblemáticas del ajuar del Señor se ha hecho realidad al fin.

El espectacular resultado de este laborioso proceso de rescate patrimonial puede admirarse desde este viernes y hasta el día 19 en la sede del Círculo Mercantil, en el marco de la exposición Puntadas de la memoria. Comisariada por Francisco Javier Conde, la muestra propone un recorrido por la «intrahistoria de la hermandad» y sus capítulos menos conocidos a través de una cuidada selección de las piezas textiles de su ajuar, reunidas en una única sala. Este recorrido se divide en tres periodos cronológicos que se corresponden con otros tantos colores: el sepia, para contar la historia anterior al incendio de San Román; el blanco y negro, para el periodo posterior a la Guerra Civil; y el color, para mirar al futuro.

En el primer bloque se exponen los escasos enseres que sobrevivieron a la quema, entre otros la saya granate de la Virgen bordada en 1893 por Rodríguez Ojeda y el original cíngulo, rematado por una rosa de pasión, que hacía juego con la túnica desaparecida del Señor y que ahora ha sido reproducido por Cordonería Alba para que el regalo al Señor fuese completo.

En la difícil posguerra «la hermandad trata de paliar las carencias patrimoniales con ingenio», refiere el comisario. Son años en los que el manto liso de la Virgen se cubría con la célebre mantilla donada por la duquesa de Peñaranda –que con el paso del tiempo se convirtió en una de las señas de identidad, también en la inmortal foto de Haretón– y en los que la nostalgia por la túnica de Ojeda da origen a la llamada «túnica del Magistrado», ideada con un simple encaje para rematar puños y bajos y llamada así por su semejanza a las puñetas de los jueces.

Sayas como la de Gitanillo de Triana –hecha a partir del traje de torear con el que el diestro recibió su mortal cornada– o la de Antúnez –donada por un conocido futbolista de Betis y del Sevilla gracias a una prima de ascenso que logró como entrenador del Recreativo– dan paso al bloque más reciente de la historia de la hermandad, donde se exhiben piezas como la saya de la coronación de Caro o una seleción de los mejores tocados del ajuar de la Virgen, a los que no les falta la bolsa de canela y clavo que impregna toda la ropa de la dolorosa.

Los dibujos preparatorios del palio, realizados por Ignacio Gómez Millán en 1938 y conservados en el taller de Caro, o un fajín donado por la Niña de los Peines son algunas otras curiosidades que reúne esta muestra, que cierra a modo de gran epílogo la recreación de una túnica que forma parte del patrimonio inmaterial y emocional de la hermandad de Los Gitanos.

LA NUEVA PIEZA SERÁ BENDECIDA EL DÍA 24

La nueva túnica bordada del Señor de la Salud será bendecida el próximo día 24 en el santuario de los Gitanos. Los nombres de los más de 50 donantes que han auspiciado este rescate patrimonial se han cosido para siempre en el interior de la prenda, que el Señor de la Salud podría estrenar bien durante sus cultos o bien el día de su besamanos. La pieza es tan excepcional que pronto surgirá el debate sobre si debe alternarse su uso en la Madrugá.