Cautivo al Amparo de la Esperanza

La cofradía procesionó por Dos Hermanas celebrando los 75 años de su fundación y estrenando la imagen recién restaurada de la Virgen

30 mar 2015 / 10:46 h - Actualizado: 30 mar 2015 / 17:11 h.
"Cofradías","Domingo de Ramos","Semana Santa 2015"
  • Nuestro Padre Jesús Cautivo enfila la calle la Haciendita de camino a la carrera oficial nazarena. / H. P.
    Nuestro Padre Jesús Cautivo enfila la calle la Haciendita de camino a la carrera oficial nazarena. / H. P.
  • Cautivo al Amparo de la Esperanza

Había ganas de Domingo de Ramos. Todos los años las hay, pero con el sol que inundó Dos Hermanas durante toda la jornada de ayer, los nazarenos –no sólo los de capirote– se echaron a la calle para disfrutar de las dos cofradías que inauguran su Semana Santa: La Borriquita y El Cautivo. Esta última vivió ayer un día más especial si cabe, ya que, en este 2015, la hermandad cumple el 75 aniversario de su fundación, una efeméride que fue celebrada por todo lo alto.

A las 17.00 horas se ponían las imágenes titulares en la calle, para iniciar un recorrido hasta la carrera oficial en el que se viviría uno de los momentos más especiales de la tarde. Y es que la hermandad, de manera excepcional y para celebrar su cumpleaños, cambió su itinerario de ida para pasar por delante de la iglesia del Amparo, a la que estuvo estrechamente vinculada en los primeros años de su fundación. De ahí que centenares de cofrades de Dos Hermanas se encontraran en la calle La Hacendita desde bien temprano, resguardados en la acera de la sombra, huyendo de los rayos de un lorenzo que, aunque esperados y deseados, pegaban con fuerza.

La llegada de la Hermandad del Cautivo se aguardaba con ansia en el barrio y, pasados unos minutos de las 19.00 horas, las puertas de la parroquia que da cobijo a la Sagrada Cena, que realiza su estación de penitencia el Jueves Santo, un momento que numerosos vecinos aprovecharon para acercarse a la puerta del templo a tomar una instantánea.

Una representación de esta hermandad dio la bienvenida a Nuestro Padre Jesús Cautivo y a la Virgen de la Esperanza, otra de las grandes esperadas de la Semana Santa nazarena después de su reciente restauración a cargo del afamado escultor Pedro Manzano. Asimismo, el paso de palio fue acompañado, por primera vez en su historia, por una escuadra de escolta de la Guardia Marina, debido a la relación que tiene con la advocación de la Virgen.

Por eso, para los hermanos del Cautivo, el pasado Domingo de Ramos no fue uno cualquiera, ya que, aunque fuese de manera excepcional, pudieron realizar su estación de penitencia al Amparo de la Esperanza.