Crisis en el Rosario del Barrio León

Los «continuos enfrentamientos» entre miembros de junta y el director espiritual desencadenan la dimisión del actual hermano mayor apenas siete meses después de su elección.

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
09 oct 2016 / 08:27 h - Actualizado: 09 oct 2016 / 08:35 h.
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  • La Virgen del Rosario del Barrio León recorrió ayer las calles del viejo arrabal en su anual procesión. Foto: M. Fernández
    La Virgen del Rosario del Barrio León recorrió ayer las calles del viejo arrabal en su anual procesión. Foto: M. Fernández

Poco ha durado la estabilidad en el Rosario del Barrio León. Sólo siete meses después de que el cabildo general de elecciones revalidara a Manuel Morales al frente de la corporación tras dos años de interinidad motivados por la dimisión de su antecesor –entonces «por motivos de salud, personales y familiares»–, el hermano mayor ha anunciado que deja el cargo. El escrito de dimisión presentado en el Registro del Palacio Arzobispal tiene fecha de 28 de septiembre. Al parecer la decisión viene motivada por «los continuos enfrentamientos» que se han producido en los últimos meses entre «un numeroso grupo de miembros de la junta de gobierno y el director espiritual de la hermandad», Carlos Javier López Sánchez. Morales, que obtuvo el respaldo de los hermanos en los comicios del pasado mes de febrero, ha asegurado que se marcha «con la conciencia muy tranquila», pues como ha explicado en declaraciones a este periódico, ha hecho «todo lo posible por la hermandad de corazón», y añade lo siguiente: «Si no he conseguido más, ha sido porque no me han dejado continuar con mi proyecto». Un proyecto de hermandad que tenía la intención de afianzar la vida fraternal de esta corporación letífica y de regenerar su entramado. Para ello, en su programa contemplaba potenciar la obra social y los planes de formación entre los hermanos, así como continuar con la rehabilitación de la capilla, ahora ya por fuera. En el horizonte de este hermano mayor también se encontraba la meta de 2017, un año especial al cumplirse 25 años de la aprobación de las primeras reglas y 35 de la bendición de la imagen de la Virgen en el Pozo Santo. Unos planes que ahora quedan en el aire aunque Morales confía en que su retirada no sea en balde y encomienda a la Virgen la protección de las personas que a partir de ahora tengan que asumir las riendas: «Qué tengan toda la ayuda que a mí se me ha negado para que hagan una hermandad grande como se merece la nuestra». En su despedida, el hasta entonces hermano mayor dedica también unas palabras a sus hermanos del Rosario: «Quiero pedir disculpas a todos aquellos que haya podido ofender con mi actitud, mis palabras o mis formas de actuar en algún momento durante mi mandato. Siempre he actuado en conciencia de que todo lo que he hecho ha sido por y para la Santísima Virgen del Rosario». Llegados a esta encrucijada y sin una cabeza visible al frente, falta por conocer si la delegación episcopal de Asuntos Jurídicos aplicará las Normas Diocesanas y las propias reglas de la hermandad para que el teniente de hermano mayor pase a ocupar el cargo vacante de hermano mayor hasta la finalización del mandato de la actual junta de gobierno, como en diciembre de 2013 cuando se produjo una situación similar en esta corporación trianera tras la marcha repentina de Antonio Robledo.