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Antonio Bejarano dando los últimos retoques a la Virgen de Guadalupe en un besamanos. Foto: El Correo
El caso del Realejo suma y sigue. Esta mañana se ha conocido que el vestidor Antonio Bejarano ha presentado su dimisión en la hermandad de las Aguas. La suya se suma a la lista de dimisiones que se han producido en la última semana con motivo de la sorprendente negociación que la junta de gobierno y la banda de cornetas y tambores de las Tres Caídas de Granada habrían llevado a cabo y que ha supuesto una crisis interna en esta corporación del Lunes Santo.
En su carta de dimisión, presentada el pasado día 22 de enero, el que se ha encargado del atavío de las imágenes desde 2010 argumenta que toma esta decisión «por ética y por dignidad» al dimitir en bloque priostes, auxiliares y una mayoría del grupo de camareras, el único enlace de contacto que mantiene con la hermandad del Arenal.
La de Antonio Bejarano se suma a las cuatro dimisiones presentadas en un cabildo de oficiales celebrado el viernes pasado después de que no convencieran los argumentos expuestos sobre el curso de las negociaciones con la citada banda por el hermano mayor, Antonio Arrondo. Entonces dejaron su cargo la fiscal primera, el diputado mayor de gobierno y los dos priostes de la cofradía. A todas ellas hay que sumar la renuncia presentada el pasado mes de noviembre por la fiscal segunda a raíz de este mismo asunto.
La hermandad ha convocado para mañana miércoles un cabildo general extraordinario para informar a los hermanos de los detalles de la negociación con la banda de las Tres Caídas del Realejo de Granada, formación que ha llegado a ofrecer un donativo de 340.000 euros, desgranado en varias partidas, por tocar tras el misterio de la corporación del Arenal.