La Archidiócesis de Sevilla ha comunicado por escrito a la hermandad de La Exaltación los gastos de obra que le afectan directamente como parte de la iglesia de Santa Catalina, un templo que lleva clausurado desde el año 2004 y cuya restauración ha pasado por distintas vicisitudes en el último año hasta encarar actualmente la tercera y última fase. En la carta recibida hace sólo unas semanas se detalla el montante de unos 600.000 euros en concepto de distintos trabajos realizados tanto «en la capilla Sacramental» como «en la capilla en la que reciben culto las imágenes del Cristo de la Exaltación y la Virgen de Las Lágrimas», ambas en propiedad de la corporación del Jueves Santo.
Según adelantó este lunes Radio Sevilla de la Cadena Ser, el Departamento de Obras del Arzobispado de Sevilla, dependiente de la Secretaría General y del Ecónomo de la Archidiócesis, ha remitido a la hermandad de La Exaltación un escrito en el que le requiere la cantidad que debería afrontar la corporación por la restauración de dos estancias suyas en el templo. En este mismo documento, el Arzobispado también avanza que si por algún motivo la Constructora San José ganara el litigio judicial que hay abierto por «discrepancias» en los pagos de la segunda fase con Palacio, la hermandad tendría que abonar otros 200.000 euros –que sumar a los 600.000 euros– de la parte proporcional de la cuantía demandada.
De igual manera, ha trascendido que un grupo de hermanos estaría recogiendo firmas para solicitar formalmente la convocatoria de un cabildo general extraordinario en el que los actuales responsables de la hermandad aclaren todo lo sucedido. Radio Sevilla avanzó además de que, en paralelo a esta cuestión, el director espiritual de la corporación, el sacerdote Pablo Colón, «podría haber renunciado a su cargo», aunque, desde la plaza de la Virgen de los Reyes, que es quien tiene la potestad para la designación de directores espirituales en las cofradías, «no habría aceptado en principio dicha renuncia».
La hermandad, de momento, ha optado por no hacer declaraciones públicas sobre este escrito y los gastos de obras de 600.000 euros.
Hay que recordar, no obstante, que el dilatado proceso de restauración de Santa Catalina ha vivido distintas etapas desde que comenzara la primera fase con la actuación de urgencia sobre el tejado del templo. La falta de implicación de las administraciones en su financiación llevó al Arzobispado a iniciar en solitario la rehabilitación de un templo que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y que es sede canónica de tres hermandades: La Exaltación, el Carmen y el Rosario de Santa Catalina y Santa Lucía. Desde que se decretó su cierre estas corporaciones residen en San Román, aunque la cofradía del Jueves Santo realiza salida desde Los Terceros.
Uno de los momentos más críticos se vivió en abril de 2017: la obra fue paralizada por un juez después de que la Constructora San José denunciara a la Archidiócesis por «discrepancias» en los pagos. Se da la circunstancia de que el representante de esta empresa en Andalucía es el actual hermano mayor de La Exaltación, José Manuel Marcos, cuyo segundo mandato concluye el próximo junio. Pese a todo, la reapertura de Santa Catalina está prevista para «principios de 2019».