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El hermano mayor, José Román, y el pintor Juan Charro posan junto al cartel. / El Correo
Una escena típicamente costumbrista plasmada por la paleta impresionista del artista Juan Charro (Sevilla, 1965). La Romería número 204 de la hermandad del Rocío de Triana ya tiene cartel anunciador. La obra, presentada este miércoles, reproduce una estampa que sucede cada ciertos años –no hay regla fija– y que volverá a repetirse este próximo 31 de mayo (el miércoles de la salida de las carretas), cuando el Milagroso Simpecado parta hacia tierras marismeñas desde la Real Parroquia de Señora Santa Ana, en homenaje esta vez al 750 aniversario de la fundación de la Catedral trianera. De esta forma, el cartel plasma el instante primero de la partida de la comitiva trianera hacia tierras de las Rocinas, cuando una vez terminada la misa de Romeros y entronizado el Simpecado en la carreta de plata, los romeros inician su caminar discurriendo por el lateral de la parroquia de Santa Ana, en la calle Vázquez de Leca. La esbelta torre de la iglesia, en la que como curiosidad «están tocando las campanas», preside esta composición, para cuya ejecución se ha empleado la técnica del óleo al agua sobre tabla y que tiene unas dimensiones de 100 por 6o centímetros.
Aunque ahora resida en Castilleja de la Cuesta, el autor del cartel tiene raíces trianeras. Profesor de Dibujo en un instituto de Villanueva del Ariscal, Charro nació en la calle Constancia de Triana, en el seno de una familia de arriago rociero, y estudió en los Salesianos del barrio. «Cristiano y devoto» de la Patrona de Almonte, el pintor «es de los que aparecen por el santuario en las horas en que está más solita la Virgen», como definió al artista durante su presentación el hermano mayor de Triana, José Román.
Charro, por su parte, desveló durante su intervención algunos de los detalles simbólicos que encierra su obra, concebida más como «un cuadro» que como un cartel, según confesó. De esta forma, la composición contiene un guiño al «amor», personificado «en una pareja joven que vestida con elegancia van juntos cada uno en su caballo en primer término». Pero también incluye un guiño al «amor maternal», reflejado en una madre que porta a su pequeño rociero en brazos. Y otro detalle más: «Este niño, vestido de corto, lleva unos metros más adelante un tamborilero de aire juvenil marcando el ritmo que vuelve su mirada hacia la hermandad que se acerca, y por delante un tamborilero maduro que avanza y lleva al cortejo hacia el Rocío. Son la misma persona en distintos momentos de su vida», un recurso utilizado por pintores renacentistas y barrocos, explicó Charro, para reflejar el paso del tiempo.
La «primavera» se hace presente «en las flores que cuelgan de los balcones», mientras que el barrio de Triana se refleja las personas que se asoman a la calle para ver pasar un cortejo de cintad verdes en los sombreros.
«Los pintores impresionistas plasmamos un paisaje en una instantánea y nos centramos en representar la luz y el color con precisión; con sólo hacer esto, si se hace bien, la profundidad, el movimiento y hasta el sonido vienen solos», aseguró Juan Charro, un pintor costumbrista y de paisajes que acumula en su trayectoria artística más de treinta exposiciones individuales, algunas de ellas en países como Francia, Italia o Portugal.
La última vez que el Milagroso Simpecado discurrió por la calle Vázquez de Leca fue hace sólo dos años, en 2015, cuando la comitiva trianera alargó su recorrido por el barrio antes de despedirse de la ciudad, visitando de forma excepcional la parroquia de Santa Ana y la capilla de los Marineros, templos a los que los trianeros no rendían visita desde 2009.
TRASLADO DEL SIMPECADO
La presentación del cartel de la Romería constituye el arranque de los cultos que la hermandad trianera consagra a la Virgen del Rocío. Este jueves, tras la misa de 19.30 horas que se oficiará en la capilla de la calle Evangelista, se llevará a cabo el traslado del Milagroso Simpecado hasta la parroquia de Santa, donde a partir de este viernes y hasta el 20 de mayo se celebrará la anual novena en su honor. Este traslado tendrá carácter de peregrinación jubilar, con posibilidad de ganar la Indulgencia Plenaria. La novena estará predicada por el profesor del Centro de Estudios Teológicos de Sevilla, José Miguel Núñez Moreno.