El Cecop no pondrá trabas al Martes Santo a la inversa

El Ayuntamiento de Sevilla tiene tan claro que no le gusta el nuevo plan para el Martes Santo como que no se entrometerá en la decisión que al respecto adoptó este pasado sábado el Consejo de Cofradías. El delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, que públicamente ya se mostró contrario a esta solución, dejó claro este lunes que las «cuestiones de gusto» no deben afectar «a estas obligaciones como servidores públicos» y que, por tanto, el Cecop no pondrá trabas a que las ocho corporaciones de la jornada hagan la Carrera Oficial en sentido inverso en la Semana Santa de 2018.

Y aunque aseguró que «la elección de los recorridos es competencia de las hermandades» y que el gobierno municipal «estará ahí para dar las garantías para que se pueda celebrar», Cabrera dejó claro que no se trata de acuerdo que mejore los elementos de seguridad del día. «Ni los quita ni los añade», advirtió. Entre otros aspectos, porque «el Cecop no se ha manifestado ni ha añadido ninguno». Por lo tanto, indicó, no se trata de «una cuestión de seguridad» sino de «un tema de orden» por el que ha apostado el Consejo de Cofradías y con el que el Consitorio «va a ser siempre muy respetuoso».

Pero claro, una cosa es la versión oficial que mantiene el Ayuntamiento y otra, bien distinta, la postura personal del delegado. «Yo ya dije que el Martes Santo afecta de forma sustancial al conjunto de la Semana Santa y que si se cambia el itinerario de uno de los días habría que hacerlo con todos», repitió este lubes Cabrera. Porque lo que el edil socialista no comparte es que «cada uno vaya por libre». Aunque al margen de su posición, y como añadió antes los medios, «el Martes Santo es la jornada más maravilloso del mundo».

Dejando las formalidades al margen, el delegado aprovechó esta oportunidad para poner deberes al Consejo de Cofradías y exigirle premura en la toma de decisiones. «El gran debate que tenemos es la seguridad de la Madrugá», dijo. E insistió en el hecho de que «deben asumirse cambios de orden» en la jornada. «Les voy a recordar los compromisos que ha adoptado el Ayuntamiento para la Madrugá en materia de seguridad: sistema de grabaciones y megafonía e iluminación en todas las calles perimetrales a la Carrera Oficial», indicó. Pero no satisfecho con esto, Cabrera volvió a exigirle a los rectores del Consejo «la supresión de una fila de sillas en determinados puntos de la calle Sierpes» y también en el cruce de la calle Federico Sánchez Bedoya, «para que hay continuidad en el carril de emergencias».

A pesar de que el presidente del Consejo, Joaquín Sainz de la Maza, dijo el sábado que sus delegados están trabajando en una reforma integral de toda la Semana Santa de cara al año 2019, Cabrera no parece dispuesto a esperar hasta entonces para que se solucione el conflicto de la Madrugá. «Es el gran reto y más después de lo que pasó el año pasado». Por ello, instó a las cofradías «a introducir cambios para tener mayor seguridad», ya que «hay determinadas horas donde se concentran miles de personas y en las que es necesario contar con unas medidas que garanticen la seguridad». Palabras que sirvieron como pórtico a la gran reclamación del delegado. «Desde aquí vuelvo a pedir al Consejo que para la Madrugá del año 2018 se tomen medidas en este aspecto».

El delegado también reconoció que el Cecop puso en marcha el sábado una prueba piloto sobre las medidas de seguridad que se aplicarán en la próxima Madrugá, coincidiendo con el traslado a la Catedral de la Virgen de la Salud de San Gonzalo. «Las cámaras nos dieron un conteo de las personas que pasaron por la zona del arco del Postigo», indicó Cabrera. «Son medidas costosas pero después de lo que pasó el año pasado y el número de heridos que tuvimos hay que tomarse las cosas muy en serio». Un aviso del delegado con un horizonte claro. «Le pido al Consejo de Cofradías que se ponga a trabajar ya en ello y que cuanto antes lo hagamos mejor».