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«El centenario de la coronación merecería una salida extraordinaria»

La hermandad Matriz será esta noche la primera en arribar a la aldea de El Rocío, donde este fin de semana se celebra la romería más multitudinaria del Sur de Europa, la del ya mítico millón de peregrinos y la de las 116 hermandades filiales, desde este año

20 may 2015 / 12:58 h - Actualizado: 20 may 2015 / 13:01 h.
"Rocío","El Rocío 2015"
  • El presidente de la hermandad Matriz de Almonte posa en el patio de la Facultad de Derecho. Desde hoy, cambiará la corbata por el traje corto. / Pepo Herrera
    El presidente de la hermandad Matriz de Almonte posa en el patio de la Facultad de Derecho. Desde hoy, cambiará la corbata por el traje corto. / Pepo Herrera

Este profesor de Derecho de la Hispalense aspira en junio a ser reelegido como presidente de la Matriz para los próximos cuatro años. En el horizonte se adivina ya el centenario, en el año 2019, de la coronación de la Virgen del Rocío.

—Dos nuevas hermandades, Torrejón de Ardoz y Salteras, se incorporan este año a la gran familia rociera, que ya aglutina a 116 filiales. ¿Dónde está el límite? ¿Llegará el momento en que haya que echar el candado?

—Se me hace difícil pensar en esa posibilidad. El crecimiento de la devoción a la Virgen siempre es algo positivo y, sobre todo, si viene de la mano de un crecimiento ordenado como supone la creación de hermandades. Podría ser más preocupante un crecimiento desordenado, de gente que viniera por libre o que se articulara en torno a otro tipo de asociaciones ajenas al mundo de las hermandades, pero mientras que sea a través de nuevas hermandades creo que eso siempre va a enriquecer la devoción a la Patrona de Almonte. El problema principal que había para el crecimiento era la presentación de hermandades cuando se hacía sólo en la jornada del sábado. Al comenzar ahora la romería el viernes, se quita ese tapón al crecimiento de hermandades y deja un colchón muy amplio de posibilidades de futuro.

—¿No cree que esta partición de la presentación en dos jornadas ha podido generar la sensación de que hay hermandades de primera y de segunda?

—En absoluto. Ni ha sido percibido así por las propias hermandades. Al revés. Estas hermandades, al entrar las últimas del sábado a la carrera y casi sin tiempo de rezar la Salve eran las más desfavorecidas. Hoy día se presentan el viernes con un lucimiento y solemnidad que antes no tenían.

—En 2011 usted vivió uno de los momentos más difíciles de su mandato con la rotura del varal de la Virgen en plena procesión. ¿Hay garantías de que eso no se volverá a repetir?

—La procesión de la Virgen es, sin duda, la principal preocupación para la hermandad Matriz, lo que más nos quita el sueño. Sin embargo, al mismo tiempo, es lo que más escapa a nuestras posibilidades de control porque cualquiera que conozca la realidad del Rocío sabe que la Hermandad Matriz, que tiene amplias competencias en muchos ámbitos el mundo rociero, en la procesión, en cambio, prácticamente no tiene ninguna. La procesión es algo que pertenece de siempre al pueblo de Almonte, trasciende la propia hermandad. Y la hermandad no tiene ni mando ni capacidad de organización en esa procesión. Nuestra función acaba una vez que la Virgen se pone en el paso y las camaristas la visten. En la procesión, lógicamente, estamos siempre presentes y estamos muy pendientes pero somos como unos almonteños más. Se da esa paradoja. Hemos tomado medidas muy importantes en el paso para intentar evitar lo que ocurrió en 2011.

—Aunque al fin se ha solucionado, le vimos muy enojado con la decisión del Ayuntamiento de Aznalcázar de cobrar un peaje a las hermandades del Rocío.

—Fue un disgusto grande. El problema no era ya sólo por una medida que a todas luces nos parecía ilegal, como era la de cobrar por transitar por un camino público. Nos dolió especialmente porque se intentaba sacar dinero a hermandades, que son todas entidades sin ánimo de lucro y que lo poco que tienen lo vuelcan en sus hermanos, en los más necesitados y en dar culto a la Virgen. Fue muy doloroso. Por eso tuvimos que llegar a tomar la determinación de que si finalmente la tasa se aplicaba, las hermandades no pasarían por los caminos privados y vecinales del término de Aznalcázar. Me alegro de que esto se haya arreglado.

—¿Para cuándo el esperado reconocimiento de la ermita como santuario internacional?

—Me gustaría decirte que para pronto. Las cosas de Palacio van despacio, más cuando el Palacio en este caso es Roma. Me consta que toda la fase previa de tramitación del expediente y de requisitos que hay que cumplir a nivel diocesano y de la Conferencia Episcopal está todo cumplido y con el visto bueno y está todo ya en Roma. Allí puede aprobarse en cualquier momento.

—¿Cómo ha afectado la variante del Rocío a la vida de la aldea y del santuario?

—La variante ha afectado muy negativamente a todo. Ha sido algo muy malo para El Rocío, para los habitantes de la aldea y para sus visitantes porque ha dificultado enormemente el acceso y ha dejado El Rocío encerrado, encajonado, con una única vía para entrar y para salir. No nos cansaremos de pedir a la Junta de Andalucía que eso tiene que arreglarse con urgencia y que proceda a aliviar ese error y que El Rocío vuelva a tener distintas vías de acceso y de salida. Hay soluciones que serían relativamente fáciles. Gracias a Dios, las visitas a la Virgen no se han resentido porque nadie que tenga de verdad devoción por ir a ver a la Virgen va a dejar de ir por mucho que le compliquen la entrada. Sí se ha notado mucho, sin embargo, en ese visitante esporádico del tiempo del verano que, a su paso de camino hacia la playa, paraba en El Rocío a tomarse un cafelito y a ver a la Virgen.

—Hoy que está tan en boga el cuidado y la conservación de las imágenes y se practica una política de transparencia absoluta en el campo de las hermandades, ¿por qué hablar de estos asuntos en Almonte sigue siendo un tema tabú?

—Efectivamente, eso es así. En Almonte ese asunto lo llevamos de una forma muy discreta, muy privada. En nuestro pueblo, y nosotros lo compartimos, no se ve bien que en esa materia tan sensible se tenga una política de apertura y de publicidad. Las cosas de la Virgen se mantienen en absoluta reserva e intimidad porque ésa es la idiosincrasia propia del pueblo de Almonte. Por parte de la hermandad, así va a ser, por respeto a nuestro pueblo y por respeto a la imagen.

—¿Qué ha supuesto la reciente inauguración del nuevo museo de la Matriz en el triforio del santuario?

—El museo perseguía un triple objetivo. La necesidad de contar con espacios adecuados para conservar estas piezas de enorme valor histórico y artístico. Que la gente pudiera disfrutar de la contemplación de estas piezas que también tienen un gran valor sentimental. Y el tercer objetivo, que todas las piezas expuestas permitan transmitir la autenticidad de la devoción a la Virgen del Rocío. El museo está cumpliendo muy bien las expectativas y en estos nueve meses que lleva abierto ha superado ya las 15.000 visitas.

—Pasada la romería habrá elecciones en la Matriz con dos candidaturas. Usted aspira a la reelección. ¿Qué proyectos tiene en cartera para estos cuatro años?

—Nos presentamos con una idea de continuar avanzando en el proyecto de estos años, que ha dado prioridad a la formación, a la juventud, a la acción social y a la apertura de la hermandad a otras muchas realidades y de esa forma intentar convertir El Rocío, el santuario y la devoción a la Virgen en una devoción que trasciende el propio mundo del Rocío. Ahí va la idea del santuario internacional, ahí va la idea de la misa diaria, que ya es una realidad, ahí va la recuperación del Camino de los Tarajales, un camino antiguo de Almonte al Rocío que se había perdido y que hemos recuperado y que queremos abrirlo en el futuro como una ruta permanente de peregrinaciones desde Almonte para todo el año, con la ventaja sobre el Camino de los Llanos que no cruza la carretera. La última vez que la Virgen vino a Almonte por los Tarajales fue en el año 1956. Antiguamente, la Virgen venía por los dos indistintamente. El Camino de los Llanos está saturado en romería y queríamos tener esa otra alternativa. Ahora queremos abrir esa nueva ruta permanente de peregrinaciones porque durante todo el año hay colectivos de amas de casa, colegios, hermandades de penitencia y otros colectivos profesionales que quieren tener una experiencia de camino desde Almonte hasta El Rocío. Otro proyecto que tenemos es la puesta en valor del archivo de la hermandad, quizás de los más importantes en materia de religiosidad popular de toda Andalucía. Llevamos muchos años catalogando hasta el último documento; ahora queremos seguir en la línea de la digitalización y de la apertura a la investigación. Y todo ello sin olvidar el centenario de la coronación de la Virgen que se celebrará en 2019.

—¿Cómo se va a preparar el centenario de tan relevante acontecimiento en la historia del Rocío?

—Queremos empezar a trabajar casi inmediatamente porque no sólo se trata de celebrar el día y el año en concreto sino que queremos tener un programa previo de celebración con un contenido cultural y social muy importante. Para el año que viene ya querríamos empezar con la primera actividad. Queremos hacer un ciclo importante de conferencias de carácter cultural y formativo, tenemos pensada alguna publicación especial centrada en el centenario de la coronación, probablemente la reedición de la magnífica crónica del vizconde de la Palma, que está agotada, alguna exposición temática importante y luego también queremos darle un contenido social y realizar alguna obra social que vaya asociada al centenario. Lógicamente también habrá una función solemne conmemorativa y, probablemente, aunque todavía es prematuro, un acontecimiento de ese tipo merezca que el pueblo de Almonte y la hermandad se planteen una salida extraordinaria.