El comedor social de Bellavista se mudará junto a la parroquia

La cofradía compra un local que adecuará como casa-hermandad

01 sep 2016 / 21:38 h - Actualizado: 01 sep 2016 / 21:43 h.
"Dulce Nombre de Bellavista"
  • El comedor social de Bellavista se mudará junto a la parroquia

El comedor social de Bellavista que desde junio de 2012 sostiene la hermandad penitencial del Dulce Nombre en este populoso barrio iniciará una nueva etapa a partir del próximo mes de octubre en un emplazamiento distinto al que se gestó. Instalado desde su fundación en el número 28 de la calle Manuel González Mateu, en el local del antiguo Salón Baldomero, el comedor se mudará ahora a un local junto a la parroquia del Dulce Nombre de María, donde tiene su sede esta corporación del Viernes de Dolores.

Ello ha sido posible gracias a la compra de un inmueble de 300 metros cuadrados, situado en el número 24 de la calle Caldereros, cuya adquisición ha sido aprobada por los hermanos del Dulce Nombre en un cabildo general extraordinario celebrado el pasado viernes. Este nuevo inmueble, según explica el hermano mayor de la corporación de vísperas, Diego Centella, es paredaño a la casa colindante a la iglesia, el número 22 de Caldereros, y que en la actualidad acoge las dependencias parroquiales. Se da la circunstancia de que esta casa será anexionada a la parroquia en las obras de edificación del nuevo complejo parroquial, un proyecto que tiene previsto acometer el Arzobispado de Sevilla «a partir del próximo mes de junio, tan pronto acaben las comuniones», detalla Centella, y cuya inauguración, previa demolición de la iglesia actual, se prevé para septiembre de 2018, coincidiendo así con el 50 aniversario de la fundación de la parroquia.

El nuevo inmueble adquirido por la hermandad se destinará a albergar no sólo el comedor social, que cada día da respuesta a las necesidades alimenticias de casi 200 personas, sino que también acogerá las dependencias de una nueva casa de hermandad que el día de mañana, una vez inaugurado el nuevo complejo parroquial, será paredaña a la iglesia. «La idea que tiene la hermandad es unir la casa a la parroquia a través de una puerta con las dimensiones suficientes como para que los dos pasos de la cofradía puedan acceder en un futuro a la iglesia desde nuestra casa de hermandad. Y queremos que esa puerta simbolice la entrada física y también metafórica de nuestros hermanos a la iglesia, de manera que nuestra hermandad sea la puerta trasera de la parroquia. A la iglesia por la hermandad», asegura el hermano mayor, quien confiesa sentirse «como un niño con zapatos nuevos» ante este ilusionante proyecto que reportará «no sólo grandes beneficios para la vida de hermandad y la convivencia de los hermanos, sino también para la labor que diariamente realizan decenas de voluntarios en el comedor social. Va a suponer un punto de inflexión en la vida de la hermandad».

La nueva casa de hermandad dispondrá en la planta baja de un salón multiusos y una cocina, que por las mañanas se dedicará a comedor social, una zona de almacén para los pasos, un patio y, a petición de la parroquia, se habilitará una sala como almacén de la Cáritas parroquial. La segunda planta del edificio está previsto que acoja la sala de juntas, un archivo, un aseo, otro pequeño salón y las dependencias de secretaría, mayordomía y despacho del hermano mayor. La intención de la junta de gobierno es que el comedor social se traslade a su nuevo emplazamiento en el mes de octubre.

«Ventajas económicas» La hermandad del Dulce Nombre no recurrirá a la imposición de ninguna cuota extraordinaria a sus hermanos para abordar la compra y remodelación de la casa junto a la parroquia que albergará el comedor social y las dependencias de la casa de hermandad. Según explica el hermano mayor, Diego Centella, esta operación se afrontará con el dinero que ahorrará la hermandad de los alquileres a los que tiene ahora que hacer frente tanto por el comedor social –local por el que abona 700 euros mensuales– como por el inmueble que ahora hace las veces de casa de hermandad, ubicado en la calle Mesones, por el que abona 350 euros al mes.