Han pasado quince meses desde que la hermandad del Cerro del Águila confiara la confección de un nuevo paso para su titular, el Nazareno de la Humildad, al tallista Francisco Verdugo. Será el tercer paso que esta corporación ponga en las calles de Sevilla para procesionar a la Santa Iglesia Catedral.
Visitamos el taller del artista. Queremos saber cómo evoluciona este proyecto, en qué punto se encuentra. Al entrar, nos recibe la imponente talla. Una robusta estructura de madera, que ya dibuja parte de los hermosos detalles de su canasta y sus respiraderos. Ante nosotros se eleva la gran envergadura del el nuevo paso para el Nazareno de la Humildad del Cerro del Águila. Aún queda trabajo, pero su construcción avanza.
Nos sorprende la majestuosa composición de su doble altura. Su estilo barroco está dotado de originalidad. El tercer titular saldrá a la calle siguiendo la línea de la hermandad, pero tendrá su propio sello, su personalidad.
Al proyecto le faltan meses de esfuerzo, horas de reloj. Pero le sobran ganas e ilusión. Los hermanos del Cerro esperan con ansias que llegue el momento.
Nos vamos a verlo desde arriba. Más de quince meses de trabajo, un frontal de 2’65 metros y 4’60 de largo. 7 trabajaderas para 35 costaleros. Una bella estructura en madera de pino para portar y elevar al cielo al humilde nazareno cerreño.
El Nazareno de la Humildad verá por primera vez la luz, y lo hará sobre unas andas que serán producto de días y días de esfuerzo, y de muchos sentimientos. Aquí huele a madera, se marca el tiempo en golpes gubia, y se trabaja con el corazón, para que llegue ese momento, único.