El vicario da la razón al hermano mayor electo en La Lanzada

Teodoro León concluye que no hay causa de «inelegibilidad»

24 ago 2016 / 20:21 h - Actualizado: 24 ago 2016 / 21:43 h.
"La Lanzada"
  • Cruz de Guía de La Lanzada, el último Miércoles Santo. / Pepo Herrera
    Cruz de Guía de La Lanzada, el último Miércoles Santo. / Pepo Herrera José Gómez Palas

Segundo recurso y segundo revés judicial. El vicario general de la Archidiócesis, Teodoro León, ha rechazado la impugnación presentada por un hermano de La Lanzada contra la candidatura ganadora en las elecciones celebradas el pasado 27 de junio al entender, según este hermano, que la condición de delegado sindical de UGT en la Universidad de Sevilla del nuevo hermano mayor electo, Antonio Sánchez Iberburen, le inhabilita para ejercer dicho cargo.

Un solo folio le ha bastado al vicario para desmontar las alegaciones presentadas en su escrito de impugnación por Joaquín Bastida Gutiérrez, hermano veterano de la cofradía de San Martín que ha decidido emprender un litigio judicial en los despachos de Palacio con el fin de impugnar los resultados que arrojaron las urnas.

En la respuesta a este segundo escrito de impugnación, Teodoro León expone textualmente que «ninguno de los miembros que componen la candidatura electa incurre canónicamente en causa de inelegibilidad», por lo que «teniendo en cuenta que no se ofrecen nuevos argumentos jurídicos», concluye confirmando la anterior resolución del delegado episcopal para los Asuntos Jurídicos para las Hermandades y Cofradías, Antonio Vergara: «que no había motivos jurídicos para prohibir la presentación de la candidatura ni los hay para admitir la impugnación».

En su respuesta, fechada el pasado 22 de agosto, el vicario general de la Archidiócesis le recuerda al hermano recurrente que «contra esta respuesta por escrito, a tenor del canon 1737 y concordantes del Código de Derecho Canónico, puede interponer impugnación ante el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla, según el procedimiento y los plazos establecidos por el derecho». «No obstante, –recomienda el vicario en su escrito dirigido a Joaquín Bastida– estimo que, con el fin de evitar nuevamente una impugnación fútil, si desea recurrir a la Autoridad Eclesiástica Superior deberá justificar fehacientemente sus afirmaciones, excluyendo los razonamientos subjetivos y juicios infundados contra algunos miembros que componen la candidatura electa».

La duda que planea sobre este caso es si el nuevo hermano mayor electo de La Lanzada desempeña o no cargo sindical dentro de la UGT, circunstancia que, a tenor de las nuevas Normas Diocesanas que entraron en vigor el pasado 15 de agosto, le inhabilitaría para ejercer dicho cargo.

El hermano recurrente se lamenta de que el único argumento que ha servido presuntamente de base a la desestimación de su primera impugnación es «un documento no ratificado ni comprobada su autenticidad, supuestamente suscrito por UGT, que afirma la inexistencia de cargos de representación del señor Ramírez», algo que a su juicio no se corresponde con la realidad de los hechos.

En su alegato ante el vicario este hermano iba aún más allá y exigía a la Iglesia que, más allá de la duda razonable que pueda existir en torno a si el nuevo hermano mayor desempeña o no cargo sindical, valorara «si es compatible compartir el ideario del catecismo» con el de una organización como la UGT.