El vicario debe pronunciarse sobre las elecciones en La Lanzada

Impugnado el proceso porque el hermano mayor es de la UGT

08 ago 2016 / 21:14 h - Actualizado: 09 ago 2016 / 10:44 h.
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  • Grupo de penitentes de la hermandad de La Lanzada. / Pepo Herrera
    Grupo de penitentes de la hermandad de La Lanzada. / Pepo Herrera

Las elecciones celebradas en la hermandad de La Lanzada el pasado 27 de junio, en las que resultó elegido como hermano mayor Antonio Ramírez Iberburen, prometen dar mucho que hablar. Joaquín Bastida Gutiérrez, hermano veterano de la cofradía con sede en San Martín, ha emprendido un litigio judicial en los despachos de Palacio con el fin de impugnar los resultados del citado cabildo de elecciones al entender que la condición de delegado sindical de UGT en la Universidad de Sevilla del nuevo hermano mayor le inhabilita para ejercer dicho cargo.

Su primera impugnación, formulada ante la delegación episcopal para Asuntos Jurídicos de las Hermandades, fue desestimada el pasado 19 de julio. Disconforme con dicha resolución, este hermano ha decidido ahora elevar un recurso al vicario general de la Archidiócesis, siguiente instancia judicial antes de que el asunto pueda llegar a manos del arzobispo.

En su nuevo escrito de alegaciones, Bastida muestra su «disconformidad» a la desestimación, «carente de fundamento jurídico y técnico», de su primera impugnación y se extraña de que en la resolución «no se haga referencia en ningún momento a la impugnación efectuada por el director espiritual de la hermandad a la candidatura» de Antonio Ramírez Iberburen.

Mantiene este hermano que según lo establecido por la reglas de la hermandad (59.A), desempeñar un cargo con responsabilidad política a cualquier nivel es «motivo excluyente» para presentarse como hermano mayor, una inhabilitación que estaría asimismo amparada por el artículo 317.4 del Código de Derecho Canónico, así como los artículos 31 y 32 de las vigentes Normas Diocesanas. Es más, en el recurso presentado ante el vicario se recuerda que las Normas Diocesanas que entran en vigor el próximo lunes, 15 de agosto, hacen referencia de forma literal a este supuesto en su artículo 33.1: «No podrá ser miembro de la Junta de Gobierno de una hermandad y cofradía quien desempeñe cargo de dirección o responsabilidad en sindicato, organización o partido político, o de autoridad civil ejecutiva o legislativa, en cualquiera de sus niveles».

Bastida se lamenta de que el único argumento que ha servido presuntamente de base a la desestimación de su impugnación es «un documento no ratificado ni comprobada su autenticidad, supuestamente suscrito por UGT, que afirma la inexistencia de cargos de representación del señor Ramírez», algo que a su juicio no se corresponde con la realidad de los hechos.

Pero en su alegato ante el vicario este hermano va aún más allá y exige a la Iglesia que, más allá de la duda razonable que pueda existir en torno a si el nuevo hermano mayor desempeña o no cargo sindical, valore «si es compatible compartir el ideario del catecismo» con el de una organización, la UGT, en cuyo ideario «dan base al matrimonio homosexual, el aborto y las adopciones entre parejas de un mismo sexo», entre otros comportamientos.

LA TOMA DE POSESIÓN, EN SEPTIEMBRE.

En su primera comunicación a los hermanos, a través de la web de la hermandad, el nuevo hermano mayor de La Lanzada, Antonio Ramírez Iberburen detalla que «debido a problemas de tiempo y por circunstancias ajenas a nuestra voluntad» la toma de posesión de la nueva junta se traslada al día 7 de septiembre. Sobre la impugnación a las elecciones planea también un oscuro asunto: la presunta profanación de los restos depositados en el columbario de la hemandad.