En busca del tenebrismo primigenio

El fotógrafo Santi León evoca la escasa luz que golpeó las primeras obras pictóricas barrocas

08 mar 2017 / 08:00 h - Actualizado: 08 mar 2017 / 08:00 h.
"Pintura","Fotografía"
  • Santi León, en su estudio, con una fotografía del Gran Poder con técnica de papel salado. / S. L.
    Santi León, en su estudio, con una fotografía del Gran Poder con técnica de papel salado. / S. L.
  • Las figuras del misterio de la calle de la Amargura que procesionan en el Valle. / S.L.
    Las figuras del misterio de la calle de la Amargura que procesionan en el Valle. / S.L.
  • Recreación de un posible cartel, con técnica de papel salado. / S.L.
    Recreación de un posible cartel, con técnica de papel salado. / S.L.
  • Positivado en papel salado de una foto digital del Gran Poder. / S.L.
    Positivado en papel salado de una foto digital del Gran Poder. / S.L.
  • La Virgen de la Estrella, mediante técnica de papel salado. / S.L.
    La Virgen de la Estrella, mediante técnica de papel salado. / S.L.
  • El misterio de la Mortaja, en el «proyecto barroco» de Santi León. / S.L.
    El misterio de la Mortaja, en el «proyecto barroco» de Santi León. / S.L.
  • La Virgen de las Aguas, retratada por Santi León.
    La Virgen de las Aguas, retratada por Santi León.
  • La Virgen del Amor, de Sanlúcar de Barrameda.
    La Virgen del Amor, de Sanlúcar de Barrameda.

Barroco es de esas palabras que se asocian a Sevilla y su Semana Santa con una ligereza tal, que no nos paramos en los matices de, posiblemente, la corriente artística más rica que ha vivido nuestra tierra. Imaginar esos tres conceptos (barroco, Sevilla, Semana Santa) hace estallar una burbuja en el pensamiento que destila volutas, estípites, columnas salomónicas, potentes brillos y escorzos imposibles. Es el barroco triunfante, el que coronó una forma de entender la estética que, en el caso sevillano, derivó en el plateresco.

Sin embargo, a Santi León lo que le interesa es el barroco que menos evidencia su existencia, el primero de todos. El que, en la pintura, fue influido por las obras tenebristas de Caravaggio y José de Ribera. Son las luces que recrearon artistas como Pedro de Campaña o Juan de Roelas las que inspiraron a este fotógrafo sevillano para poner en marcha su «proyecto barroco» –sin un nombre aún que perfilar, pues el trabajo está en curso– con el que ha retratado ya varias de las más importantes obras de la imaginería de nuestra Semana Santa.

«Quería mostrar una estética diferente a la que estamos acostumbrados, retratar casi más como pintor que como fotógrafo». Así, entre más sombras que luces, pueden verse, por ejemplo sus imágenes de los misterios de la Mortaja y el Valle, entre cuyas figuras recrea precisamente ese ambiente que se ve en las obras pictóricas de finales del XVI y principios del XVII, cuando el barroco aún no había alcanzado la luminosidad que hoy nos deslumbra.

«Mi idea es armar un conjunto de imágenes coherentes. Por un lado, que gráficamente tengan la misma atmósfera; por otro, que registren las principales muestras de iconografías barrocas que conocemos», explica León. De esta manera, el fotógrafo tiene ya su piedad (Mortaja), su nazareno (del Valle), su crucificado (Cristo de la Fundación de los Negritos) y algunas dolorosas (Estrella, Aguas), pero aún le queda trabajo por hacer. «Me gustaría recrear otras iconografías, como un cirineo o un stabat mater. Las Siete Palabras podría ser una muy buena opción». A Santi León también le llaman la atención otros motivos visuales del barroco cuya estética se ha perdido, al menos en Sevilla: «las dolorosas con ráfagas, por ejemplo, tan frecuentes en lugares como Antequera, me encantan».

En cuanto a la colaboración de las hermandades para este proyecto personal, León no tiene más que palabras de agradecimiento: «Me han tratado muy bien. Soy consciente de la dificultad que supone que te coloquen las imágenes para este trabajo concreto, que no tiene nada que ver con la vida de estas hermandades; y aún así, han tenido conmigo un trato espectacular».

Además de este proyecto, Santi León tiene en marcha otra manera más –también muy diferente– de mirar a nuestras imágenes sagradas. Si bien prácticamente todas sus fotografías están tomadas con cámara digital, a León le atraen las técnicas de positivado clásicas. Una de ellas, la de papel salado (y nitrato de plata), ha sido la elegida para mostrar algunas series de Semana Santa, entre cuyos objetos de estudio está el Gran Poder. «El azul de la cianotipia da unos tonos muy parecidos a los de los azulejos clásicos, esa puede ser otra línea de trabajo interesante».

El vínculo de Santi con la pintura también abarca su relación profesional con algunos de los pintores destacados de nuestra ciudad. Suya es, por ejemplo, la fotografía de la Virgen de la Estrella con la que Antonio Díaz Arnido compuso el cartel de la Semana Santa de Triana el pasado año. De igual manera, muchas imágenes suyas han servido de orientación a artistas en alza, como el pintor Rafael Laureano, caracterizado por sus rompedores carteles.

Este año, León volverá a cargar con su cámara para ir a ver cofradías, como tantos otros. Sin embargo, en lugar de buscar «estampas», se volverá a quedar con lo que más le gusta: «Las miradas, las manos, las caras... cómo una cofradía en la calle interactúa con el público».