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Un costalero del Dulce Nombre de Bellavista ayuda a otro a ajustarse la faja. / Jesús Barrera
La faja es una pieza de tela, larga y estrecha, que utiliza el costalero para abrazar como refuerzo la zona lumbar y sacro-lumbar de su cuerpo con el objeto de cargar el peso evitando posibles lesiones. Para llevar a cabo el esfuerzo de llevar los kilos que a cada costalero le corresponde, éstos se lían en la faja. Se utiliza el término liar porque realmente dan numerosas vueltas a la hora de enroscarse en la faja para que tenga la tela la tensión necesaria y abrace el cuerpo del costalero con la rigidez válida que haga efectivo el hecho de fajarse. Si bien tradicionalmente se han utilizado y se usan las fajas corrientes de tela, algodón de muchos casos, en los últimos años ha tomado protagonismo la faja ortopédica. Se trata de una pieza de fácil y rápida colocación que abrocha en el abdomen y que cubre una mayor zona del tronco del cuerpo del costalero.
Sin embargo, los costaleros de carácter más tradicional sostienen que la faja de tela, sin refuerzos de piezas de plástico, es la más conveniente para el trabajo de sacar los pasos. Así, la faja junto al costal, con su morcilla, y las zapatillas conformarían el equipo de utensilios de vestuario necesarios para el ejercicio del costalero.
Otras fajas son de tela pero llevan pequeños cinturones de cuero que a través de hebillas terminan por cerrar la faja ceñida al cuerpo. Otros costaleros utilizan el cinturón ancho de esparto, propio de los nazarenos de numerosas cofradías, para utilizarlo a modo de faja debajo del paso. Las clásicas de tela requieren de la ayuda de terceros para que sujeten la faja abierta y extendida durante la tarea de colocación.
Como cualquier pieza que forme parte del universo del costalero, la faja también es algo muy personal que cada miembro de la cuadrilla se coloca o utiliza de la manera que cree que será más conveniente para su cuerpo. Sin embargo, los numerosos estudios médicos del ejercicio de los costaleros avisan de manera inequívoca de la conveniencia de una buena postura bajo las trabajaderas. Para que se den las circunstancias óptimas en el trabajo del costalero, es fundamental la correcta ubicación del tronco y de las extremidades. Por tanto, la faja es pieza clave para garantizar los daños mínimos del trabajo de un colectivo llamado a soportar pesos notables y esfuerzos físicos importantes en condiciones de altas temperaturas durante un periodo prolongado de tiempo.