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Representación del Agnus Dei en el guion sacramental de San Isidoro. Remate del estandarte de La Sed. / El Correo
Es la denominación en latín de Cordero de Dios, un título para Jesús que aparece en el Evangelio de Juan. En estas escrituras se relata que Juan el Bautista ve a Jesús y exclama: «He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo». La doctrina cristiana sostiene que el Hijo de Dios, Jesucristo, escogió sufrir la crucifixión en el calvario como un signo de su total obediencia a la voluntad del Padre, como un «agente y servidor de Dios». El concepto de un Cordero de Dios se basa muy libremente en el judío Korbán Pésaj, que no tiene nada que ver con el sacrificio humano ni con el pecado de ninguna manera. En la teología cristiana, el Cordero de Dios es considerado como fundamental e integral para el mensaje del cristianismo. Un cordero parecido a un león que se eleva para entregar la victoria después de haber sido sacrificado aparece varias veces en el Libro del Apocalipsis. El Cordero de Dios es ampliamente utilizado en las oraciones cristianas, y Agnus Dei, como una parte estándar de la misa. En los cortejos procesionales de la Semana Santa de Sevilla suele estar representado en bordados, orfebrerías o tallas de pasos. Habitualmente está relacionado con las hermandades que tienen un carácter sacramental, es decir, que tienen a Jesús Sacramentado entre sus titulares a los que rinden culto. Así, la figura del Cordero aparece representado acostado según el libro de los siete sellos, con nimbo crucífero y sostenido el estandarte de la Resurrección. Entre las hermandades que cuentan con estandarte de Agnus Dei o guion sacramental con Cordero de Dios están, entre otras, la Esperanza de Triana, San Isidoro, San Bernardo, las Siete Palabras o La O. Esta insignia suele ir en los tramos del paso de Cristo, por norma general, en los últimos.
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