-
Ahuecador de Nuestra Señora de La Candelaria. / El Correo
Constituye uno de los espacios más íntimos de un palio, el ahuecador o pollero es la estructura de metal que parte desde la cabeza de la Virgen hasta la cola del manto y que sirve para sostener esta prenda. En el paso de palio y formando parte del esqueleto está el ahuecador (que suele ser un armazón de hierro), cuya función principal (y fundamental) es hacer posible que los adornos y bordados del manto se puedan contemplar de manera perfecta. Además, esta estructura soporta todo el peso de éste, evitando que la imagen sufra ningún tipo de presión o deterioro.
Mantener en perfecto estado el ahuecador es fundamental para el buen desempeño del palio una vez que sale en procesión; pues una rotura o un mal anclaje del mismo podría tensar la estructura y perjudicar tanto a la talla escultórica como al propio manto. Del mismo modo, en función del peso que soporte la estructura la Virgen podrá lucir un tipo de mantos y no otros en el que, quizá, los bordados y otros exornos puedan exigir un ahuecador de mayor resistencia. Aunque es un objeto que no se hace presente al público, este es clave dentro de lo que se ha dado en denominar «el arte de vestir Vírgenes». Según el Diccionario Cofrade de Juan Carrero Rodríguez, el pollero es «un armazón metálico en forma trapezoidal y superficie curva que está formado por una serie de varillas distribuidas a modo de abanico que descienden desde los hombros a la Virgen, por su parte trasera, hasta el nivel más bajo del tablero de la parihuela, llegando a cubrir el hueco de la zona posterior de la peana de la imagen».