Guía cofrade: Anagrama (179)

Prosigue la Guía Cofrade de El Correo para saber de la Semana Santa sevillana tanto como los especialistas de El Correo de Andalucía

07 jun 2017 / 23:41 h - Actualizado: 08 jun 2017 / 11:02 h.
"Cofradías","Guía cofrade"
  • Un maniguetero de las Siete Palabras con el anagrama de Jesús. / J.L. Montero
    Un maniguetero de las Siete Palabras con el anagrama de Jesús. / J.L. Montero

El Diccionario de la Real Academia Española, en su tercera acepción, define el término como un símbolo o emblema, especialmente constituido por letras. El anagrama de Jesús (JHS) está formado por tres letras –mayúsculas todas ellas– que se corresponden con las iniciales de la expresión Jesús Hombre Salvador.

Este anagrama es utilizado, de un modo u otro, por la inmensa mayoría de las hermandades y cofradías de nuestra Semana Santa. Es muy frecuente verlo en una cartela de un paso, labrado en una pieza de orfebrería; en una insignia –ya sea como motivo principal de una bandera o rematando el vástago de un guion–; en las tulipas de los guardabrisas, en cirios o codales, en carteles de cultos y en heráldicas, por citar tan solo algunos ejemplos. En este sentido, el escudo de la archicofradía de las Siete Palabras recoge el citado anagrama en color rojo y en el centro, figura y corazón de Jesús; aparecen tres clavos en color negro y una custodia dorada. Anagrama que también vemos cada Miércoles Santo en el hábito de sus nazarenos.

El escudo de la corporación de Los Javieres, inspirado en el símbolo común a todas las congregaciones jesuitas, no tiene uno sino dos anagramas: A Cristo por María, formado por las letras M, P, X, que aparecen entrelazadas, dentro de un hexágono y rodeado por ráfagas plateadas y el anagrama de Jesús. También se puede apreciar JHS en uno de los óvalos del escudo de La Paz, en el que no pasa desapercibido, en su base, otro anagrama igual de relevante, conocido y utilizado en el orbe cofrade, pero dedicado, en esta ocasión, a la Virgen María.

Lo apuntado en los párrafos anteriores sobre las múltiples formas en las que se hace visible serviría a la hora de referirnos a este último. El anagrama de María está conformado por dos letras: la M y la A. En los cortejos que anteceden a los palios es habitual dedicar una insignia a este motivo mariano, con el anagrama bordado en hilo de oro y sobre un paño de tisú o terciopelo celeste.

El crismón es otro término que guarda cierta relación con el anagrama de Jesús. El DRAE lo recoge como sinónimo de lábaro –definición abordada en un capítulo anterior–. Consiste en las letras X y P, las dos primeras del nombre de Cristo en griego. Suele ir acompañado de otros elementos, como las letras alfa y omega, la primera y la última de ese alfabeto, para representar a Cristo como principio y fin de todas las cosas. En un cirio pascual –tan presente en este tiempo litúrgico– se puede ver este anagrama.