Guía cofrade: Bastidor (243)

Prosigue la Guía Cofrade de El Correo para saber de la Semana Santa sevillana tanto como los especialistas de El Correo de Andalucía

15 oct 2017 / 08:47 h - Actualizado: 15 oct 2017 / 21:04 h.
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  • Los bastidores son esenciales para garantizar un buen bordado. / El Correo
    Los bastidores son esenciales para garantizar un buen bordado. / El Correo

Si hay un objeto capaz de sostener melancolía, ilusión, promesas y felicidad en solo un pequeño espacio ese, sin lugar a dudas, es el bastidor.

¿Cuántas peticiones se habrán bordado en oro sobre la estructura de un bastidor? ¿Cuántas lágrimas se habrán vertido mientras cumplía su función? ¿De cuántas puntadas habrá sido testigo? Si no, que se lo pregunten a las hermanas de San Esteban que hicieron posible el manto bordado para su Virgen de los Desamparados.

Un bastidor es una estructura en la que se posiciona el tejido sobre el que se quiere bordar. En bastidores sevillanos se ha bordado la historia de nuestra Semana Santa. Obras de arte que ahora son parte de nuestro patrimonio y que configuran la esencia de nuestro sentir cofrade.

Está claro que los objetos no tienen alma pero también es cierto que algunos guardan los sentimientos de todas esas personas por las que han pasado. Un bastidor es un claro ejemplo de ellos. Si no, que se lo pregunten a todos esas maestros del arte que han estado en los talleres de Esperanza Elena Caro. De esos bastidores han salido muchas de las piezas sobre las que ahora derramamos todas nuestras plegarias y nuestra esperanza.

Y de la función que cumplen los bastidores –la de sujetar el tejido para facilitar la tarea del bordado– surge una nueva acepción para este objeto y que también es cofrade.

Así, en el techo de palio, el bastidor es el armazón sobre el que se coloca el propio techo con los mecanismos propios para asegurar su tensión. Esta estructura es la que recibe los pernos de la parte superior de los varales y sirve de soporte a las bambalinas.

Por todo esto, el término bastidor es muy relevante en nuestra Semana Santa y vida cofrade. Estos artilugios no siempre han sido iguales. Con el paso de los años, han ido evolucionando, haciéndolos más cómodos y manejables. Así, por ejemplo, el material es fundamental para esto, aunque suelen estar compuestos por listones de madera.

Siempre en un segundo plano y en la sombra, los bastidores –en sus dos acepciones– son los encargados de sostener parte de la fe de nuestra ciudad. Esa fe que encierran todas las piezas que, al fin y al cabo, son parte y toman parte de nuestras devociones.