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Quinto Cornelio (alias Rafaé), a lomos del caballo Calamar guían al Señor de las Tres Caídas. / El Correo
Es posible que fuera de Triana pocos cofrades sepan quiénes son Calamar y Rafaé, dos de los secundarios más queridos en el arrabal de toda la Semana Santa Sevillana. Calamar es el nombre con el que los trianeros conocen popularmente al caballo del paso de misterio del Cristo de las Tres Caídas. Según el relato más o menos oficial las figuras del misterio que el imaginero Castillo Lastrucci talló entre 1940 y 1942 fueron todas sufragadas por suscripción popular.
Para ello, en la hermandad se abrió un libro en el que se iba apuntando a aquellos fieles que decidían dar un donativo para completar el paso de misterio. Un libro por cada una de las figuras a encargar al imaginero. Rápidamente el libro destinado a sufragar los costes del caballo fue el que más adhesiones concitó, y por tanto en el que más tinta se había empleado para apuntar a los mecenas y las cantidades; de ahí el dicho de que ‘el caballo tenía más tinta que un calamar’; a partir de lo cual surgió su apodo popular.
¿Y quién monta a Calamar? El centurión Quinto Cornelio. Un nombre excesivamente aristocrático para Triana. Era según la supuesta sentencia de Pilatos encontrada en 1580 el primer centurión del gobernador romano y al cual se le encomendó la tarea de llevar a Jesús por las calles de Jerusalén. Rebautizado popularmente como Rafaé, él junto a Calamar, son los encargados de presentar cada Madrugada al Señor de las Tres Caídas.