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La Centuria Macarena mantiene intacto el estilo musical de cornetas y tambores. / Manuel Gómez
No queda claro cuál es el origen etimológico de este término que entraña numerosas dudas, si bien hablar de centuria en Sevilla levanta pasiones y emociones en torno a la devoción macarena. Hay historiadores que sostienen que centuria no proviene de cien, sino de centurión, que era el oficial que comandaba esta unidad militar del antiguo Imperio romano. Según esta teoría, las centurias romanas constaban de 80 hombres. Otros sostienen que centuria proviene de centum (cien) y viria (conjunto de varones), por lo que el término significaría conjunto de cien varones. Sea como fuere, las centurias constituían la unidad básica de la infantería del ejército romano. La agrupación de seis centurias –480 o 600 hombres– formaba una cohorte, mientras que una legión romana se componía de unas diez cohortes –4.800 o 6.000 hombres–. Se podría afirmar que las actuales compañías de infantería son herederas de las centurias.
Lejos de esta apreciación histórica de la centuria, Sevilla conoce a otra centuria mucho más pintoresca, más folclórica y más sentimental que las romanas. Aunque las centurias romanas han formado parte de diversas cofradías de la Semana Santa, actualmente solo dos mantienen esta figura en sus cortejos –La Macarena y Santo Entierro–, siendo la más llamativa la que acompaña a Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, de la corporación de la Madrugá, popularmente conocidos como Armaos, de la que ya se habló en el capítulo 34 de la presente guía cofrade.
El alcance del término Armaos ha eclipsado por completo a la centuria como conjunto de todos los macarenos que visten enaguas, coraza y casco, desde el cabo gastador hasta el último soldado de la gandinga. De esta manera, centuria ha pasado a designar a la formación musical que acompaña al titular cristífero de la cofradía de San Gil, la banda de cornetas y tambores Centuria Romana Macarena. El origen de la banda es parejo al de los Armaos, en cuyo cortejo se integra la formación musical, y siempre se ha mantenido fiel al estilo de cornetas y tambores, heredera de la antigua Policía Armada interpretada por los Bomberos de Málaga, que estuvo dirigida por el padre del estilo, Alberto Escámez, y la extinta banda de Patón.