Guía Cofrade: Cirial (24)

Prosigue la Guía Cofrade de El Correo para saber de la Semana Santa sevillana tanto como los especialistas de El Correo de Andalucía

01 ene 2017 / 20:45 h - Actualizado: 01 ene 2017 / 20:45 h.
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  • Al paso de misterio de la Sagrada Mortaja lo preceden 18 ciriales. / Antonio Acedo
    Al paso de misterio de la Sagrada Mortaja lo preceden 18 ciriales. / Antonio Acedo

Hace solo unos días explicábamos en estas mismas líneas el significado del cuerpo de acólitos. Un cortejo litúrgico que antecede al paso de las imágenes en Semana Santa y cuyos miembros también participan como servidores del altar en las celebraciones eclesiales y eucaristías de marcada solemnidad. Pero éstos, pertenecientes en su mayoría a los grupos jóvenes de las hermandades, se clasifican en función del servicio litúrgico que realizan y del elemento que portan en sus manos. Entre ellos destacan los llamados acólitos ceriferarios, que son aquellos que llevan los ciriales. Precisamente vamos a centrar el capítulo de hoy en la definición de este elemento que, habitualmente, suele estar ejecutado en metal plateado o en plata y que en determinados casos también puede estar realizado en otro material como la madera.

Según se recoge en el imprescindible Diccionario de la Semana Santa del recordado Juan Carrero, los ciriales son «los candeleros altos que llevan los acólitos ceriferarios en las funciones religiosas y en las procesiones de las cofradías». Se trata de largas varas de metal plateado y cinceladas en cuya parte superior se sitúa un cubillo sobre el que se coloca un cirio corto cuyo color suele identificarse con el de los cirios que portan los nazarenos de la hermandad en cuestión. En el contexto de la liturgia eucarística, el uso de los ciriales se entiende con la extensión del candelero de la mesa de altar y por ello debe ir siempre alumbrando a la cruz alzada.

Sobre el número de ciriales que debe anteceder a los pasos procesionales existen varias teorías. Al ser éstos un reflejo de los candeleros de la mesa de altar, la liturgia señala que en las misas ordinarias suelen hacerse con dos, cuatro en las dominicales y seis en las solemnes. De ahí que en la mayoría de los cortejos de las hermandades encontremos siempre dos ciriales escoltando a la cruz parroquial y cuatro o seis –dice la tradición que solo para imágenes coronadas canónicamente– en la delantera de los pasos. El caso más excepcional lo representa la hermandad de la Sagrada Mortaja, cuyo único paso es precedido por 18 ciriales en la estación de penitencia del Viernes Santo. Una cifra que se asemeja a la de las personas que acompañaron a Cristo en su entierro.