Guía cofrade: Cirio pascual (251)

Prosigue la Guía Cofrade de El Correo para saber de la Semana Santa sevillana tanto como los especialistas de El Correo de Andalucía

22 oct 2017 / 21:28 h - Actualizado: 22 oct 2017 / 21:30 h.
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  • El cirio pascual es el principal símbolo que representa a la Resurrección de Cristo. / El Correo
    El cirio pascual es el principal símbolo que representa a la Resurrección de Cristo. / El Correo

La luz es el principal símbolo de la Resurrección de Cristo. Por eso, los cristianos se preparan cada año para la llegada de este acontecimiento con la celebración de la Vigilia Pascual, una ceremonia que se celebra en la liturgia católica de la noche del Sábado de Pasión y en la que se procede a encender el cirio pascual. Se trata de una vela, cuyo tamaño suele ser variado aunque siempre mayor al resto, que representa la presencia viva de Jesús resucitado. En ella se recogen una serie de inscripciones como las letras del alfabeto griego, alfa y omega, y el año en cuestión. Símbolos que recuerdan que Dios es el principio y fin de todas las cosas. Además, en el cirio se colocan también cinco granos –suelen ser bolas de cera– que simbolizan las cinco llagas de Cristo y que se disponen en forma de cruz.

El cirio se renueva cada año en la Vigilia Pascual, sustituyendo al del año anterior. La liturgia señala que, a partir de ese día, debe encenderse durante todas las ceremonias de los cincuenta días del tiempo de Pascua. Es decir, desde el Domingo de Resurrección y hasta el de Pentecostés. También debe encenderse, el resto del año, durante las ceremonias de bautismos y las confirmaciones. El sacerdote debe tomar de él la luz con la que se enciende la vela de cada uno de los nuevos bautizados. También se mantiene encendido durante los funerales como signo de esperanza en la resurrección.

En algunas hermandades de la Resurrección de Andalucía, el cirio pascual forma parte del cortejo de su estación de penitencia. Así ocurre, por ejemplo, en Jerez de la Frontera, donde un nazareno lo porta en sus manos el Domingo de Resurrección, o en Granada, donde procesiona en un cirial que se sitúa entre el cuerpo de acólitos de Jesús resucitado. En Sevilla no se da este extremo