Guía cofrade: Crestería (168)

28 may 2017 / 08:00 h - Actualizado: 29 may 2017 / 08:00 h.
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  • El palio de la Concepción del Silencio está coronado por una enorme crestería. / J.L. Montero
    El palio de la Concepción del Silencio está coronado por una enorme crestería. / J.L. Montero
  • El paso de palio de la Virgen de la Angustia, de los Estudiantes. / J.M.Paisano
    El paso de palio de la Virgen de la Angustia, de los Estudiantes. / J.M.Paisano

El término «crestería» nació asociado a la Historia del Arte a raíz de la descripción morfológica de los remates (ya de piedra, de madera o de metal) con los que se coronaban algunos edificios nobles en la Baja Edad Media y el Renacimiento (en Sevilla, con el plateresco). Ese mismo recurso decorativo se usa en algunos de los pasos de palio de nuestra Semana Santa, y por ello lo traemos a este negociado tan prolífico.

En Sevilla tenemos, de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección, cinco pasos de palio que tienen este curioso elemento en lo más alto de su arquitectura. Sin ninguna duda, el más sobresaliente desde el punto de vista artístico es el de la Virgen de la Concepción del Silencio, que está inspirado en el perfil de la catedral de San Marcos de Venecia y tiene unas características jarras con azucenas rematando los varales. Es una de las obras cumbres de diseño y orfebrería de Cayetano González, quien también es el autor de la crestería del palio de la Virgen de los Dolores de la hermandad de las Penas de San Vicente. Otra dolorosa del mismo nombre, la de la hermandad de Santa Cruz, lleva asimismo una crestería, ésta neorrenacentista, obra de Emilio García Armenta. Un palio que también debe resaltarse en esta lista es el de la Virgen de la Angustia de los Estudiantes, cuya crestería de arcos mixtilíneos remata uno de los conjuntos neobarrocos más equilibrados que procesionan por nuestras calles. Su factura también es de García Armenta.

Las cresterías en los pasos de palio son relativamente modernas. Prácticamente todas las que citamos en este artículo datan del siglo XX, excepto la de Montserrat, que es de mediados del XIX y es deudor de la estética romanticista imperante en esos años.