Guía cofrade: Cuota (246)

La Guía Cofrade explica hoy el significado de un término que toca al bolsillo de todos los miembros de una hermandad

18 oct 2017 / 07:00 h - Actualizado: 18 oct 2017 / 08:59 h.
"Cofradías","Guía cofrade"
  • Una hermandad andaluza publicita en su web la cuantía de la cuota de sus hermanos. / El Correo
    Una hermandad andaluza publicita en su web la cuantía de la cuota de sus hermanos. / El Correo

Entre las principales obligaciones de los miembros de una hermandad se encuentra la de contribuir económicamente a su sostenimiento con el pago de un cuota anual para atender los gastos derivados de su administración, del mantenimiento del templo y de los cultos o, simplemente, de su vida diaria. Este estipendio suele cobrarse anualmente, si bien hay hermandades –cada vez menos– que le dan la posibilidad a sus cofrades de satisfacerlo con carácter mensual, bimensual o trimestral. Hay hermandades que discriminan en sus cuotas entre los hermanos adultos y los infantiles. El pago de esta cuota es de obligado cumplimiento para todos los cofrades, tanto que en las reglas de muchas hermandades se especifica que aquel hermano que sin causa justificada, ni alegar excusa razonable, deje de satisfacer las cuotas ordinarias se entiende que renuncia a su condición de hermano. También en los reglamentos de las cofradías se suele especificar que si el impago de las cuotas se debe a dificultades económicas, la hermandad podrá dispensar de su pago de forma temporal. Tras la última reforma fiscal, siempre que las hermandades y los cofrades cumplan una serie de requisitos, los hermanos de una cofradía podrán desgravarse el 75% de las cuotas y donativos realizados a sus hermandades, hasta los primeros 150 euros. De un tiempo a esta parte, cada vez son más las hermandades que tienden a unificar en un solo estipendio el pago de la cuota ordinaria anual de hermano y el precio de la papeleta de sitio que le da derecho a participar en la estación de penitencia, lo que permite un menor desembolso para los hermanos que cumplen con las reglas de su hermandad saliendo de nazareno y, a la vez, un mayor ingreso para la hermandad al pagar todos por igual.