Guía cofrade: Delegado de día (177)

Nos referimos a la persona encargada de coordinar y cuidar de las buenas relaciones entre todas las hermandades que procesionan en una misma jornada cofrade

06 jun 2017 / 08:19 h - Actualizado: 06 jun 2017 / 08:22 h.
"Cofradías","Guía cofrade"
  • Juan José Morillas es el delegado del Martes Santo. / El Correo
    Juan José Morillas es el delegado del Martes Santo. / El Correo

En esta nueva entrega de la Guía Cofrade de El Correo de Andalucía vamos a explicar uno de los cargos que se integran dentro del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, un órgano encargado de la regulación del conjunto de procesiones de la Semana Santa y de las de carácter letífico que se producen a lo largo del año en la ciudad. La institución tiene su origen a comienzos de la década de 1930. En 1941 se dicta el reglamento de la Comisión de Cofradías, con el propósito de asesorar al ayuntamiento. Con el tiempo pasa a convertirse en un organismo dependiente de la Archidiócesis para regular las estaciones penitenciales, sin intromisión en la vida interna de las hermandades. Pues bien, dentro de la sección penitencial del Consejo encontramos la figura del delegado de día. Nos referimos a la persona encargada de coordinar y cuidar de las buenas relaciones entre todas las hermandades que procesionan en una misma jornada cofrade. Así, en Semana Santa encontramos el delegado de día de Vísperas (Viernes de Dolores y Sábado de Pasión), el del Domingo de Ramos, el del Lunes Santo, Martes Santo, Miércoles Santo, Jueves Santo, Madrugá, Viernes Santo y Sábado Santo-Domingo de Resurrección. Entre las funciones que tiene asignadas están canalizar las peticiones que puedan plantear las distintas corporaciones asignadas a su cargo, tratando siempre de buscar un consenso ante posibles desencuentros; agilizar los trámites y acuerdos con las instituciones oficiales, y controlar los horarios de paso por la Carrera Oficial. Asimismo durante la jornada procesional vela por el buen desarrollo del mismo y está atenta a posibles incidentes, ya sea por lluvia u otras causas externas. Como ocurre con el resto de cargos del Consejo, se eligen cada cuatro años.