Guía cofrade: Diadema (247)

¿A qué nos referimos en Semana Santa cuándo hablamos de diadema?

19 oct 2017 / 06:23 h - Actualizado: 19 oct 2017 / 06:23 h.
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  • La Virgen de las Aguas (Museo) siempre va tocada por una diadema. / C. Hernández
    La Virgen de las Aguas (Museo) siempre va tocada por una diadema. / C. Hernández

La diadema es una corona que se usa como adorno o como símbolo de nobleza o dignidad. Es una joya femenina, en forma de media corona por detrás, que se coloca en la cabeza. En este sentido, suelen formar parte del atuendo de muchas dolorosas de nuestras hermandades pero su uso queda reservado a determinados momentos o circunstancias y en Semana Santa su visión es menos frecuente. Este elemento de orfebrería, repujado en plata, plata sobredorada o en oro, no tiene nada que desmerecer a la corona puesto que tanto su simbología como su noble material y, a veces, su belleza, con la firma de insignes orfebres, son similares.

Las hermandades optan por colocar diademas a sus imágenes en cultos internos –triduos, septenarios, novenas...– y en determinadas épocas del año como Cuaresma o Navidad. En otros casos, su uso está relacionado con la tradición. En Semana Santa, las vírgenes que procesionan bajo palio portan corona en la inmensa mayoría de las ocasiones, pero como casi siempre, encontramos excepciones: la dolorosa de las Aguas, de la capilla del Museo, y María Santísima de los Dolores y Misericordia de la hermandad de Jesús Despojado.

En los pasos de misterio, ya representen un calvario, como el de la capilla del Dos de Mayo con la Virgen del Mayor Dolor junto a San Juan y el ángel que recoge la sangre y el agua del costado de Cristo o un traslado al Sepulcro, con la Virgen de las Penas, las tallas suelen ir con diadema. Pero también aquí encontramos la excepción a la norma, en concreto, la vemos cada Jueves Santo desde la parroquia de la Magdalena, en la corporación de la Quinta Angustia.

Cuando la hermandad dispone de dos tallas marianas, la que no procesiona bajo palio suele hacerlo con diadema. Sin embargo, hay cofradías que tienen una sola virgen como titular y prescinden de la corona por razones de iconografía, tradición o estética. Donde sí hay unanimidad es en los pasajes que muestran a la virgen en soledad con la cruz y el sudario a sus espaldas. En San Lorenzo y en San Buenaventura encontraremos estas estampas clásicas.

En las coronaciones canónicas, y recientemente ha tenido lugar la de la Virgen de la Salud de San Gonzalo, es frecuente que las dolorosas usen la diadema en su traslado de ida a la Catedral o en el besamanos y regresen con la corona, impuesta sobre su cabeza horas antes por el arzobispo o el cardenal en la misa conmemorativa celebrada en el interior del templo catedralicio. ~