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A los pies de la Soledad van los sobres de la caridad. / El Correo
Un donativo es un regalo, en el argot cofradiero suele ser en forma económica que se entrega libremente, de forma totalmente voluntaria y sin esperar, porque no se quiere recompensa alguna a cambio. El fin habitual del donativo de los hermanos y devotos en el seno de las hermandades suele estar asociado al exorno, el arreglo o la consecución de fines concretos y proyectos del colectivo que se esté llevando a cabo en ese momento.
Los donativos, o regalos que suelen ser económicos, están estrechamente vinculados a las tareas sociales que tienen que ver con la cultura, la religiosidad popular o los fines benéficos. En el caso de las hermandades y cofradías, es muy frecuente que los donativos se efectúen vinculados a una actuación de caridad que la institución haya emprendido. Así, los donativos y la caridad forman un binomio habitual en los despachos de los mayordomos y diputados de caridad de las hermandades.
Hay donativos que no se entregan en dinero, sino que se sustituye por una tarea, ejercicio o participación que no lleva ligada retribución monetaria alguna. De esta forma, cuando una banda de música –pongamos como ejemplo– interviene en algún evento, concierto o certamen, está poniendo al servicio de la causa el concurso de un nutrido grupo de personas que actuarán sobre un escenario y que movilizará a un público que pagará una entrada o consumirá algún producto en el entorno de ese reclamo musical. Esas bandas, que no entregan un donativo, ceden muy frecuentemente sus servicios de manera completamente altruista al objeto de que la hermandad organizadora alcance su objetivo económico sin tener que ocuparse del pago de la actuación de los citados músicos. En estos casos –frecuentes– la banda está realizando su donativo con su actuación en ese escenario.
Por último, apuntemos que hay cofradías –el caso de la Soledad de San Lorenzo el Sábado Santo en Sevilla– que aún conserva la hermosa costumbre de llevar en el paso, a los pies de la Virgen, los sobres de la caridad en los que los devotos han depositado sus donativos. Conviene asegurar que gracias a los donativos se resuelven numerosos problemas y vienen a paliar necesidades de toda índole y procedencia. Para la estación de penitencia, cuando los hermanos proceden a sacar sus papeletas de sitio, en muchas hermandades se entrega un donativo para flores. Ese dinero contribuye notablemente a financiar el exorno floral de los pasos que saldrán a la calle el día señalado. ~