Guía cofrade: El Carrero (218)

La Guía Cofrade explica hoy la historia de un ilustre cofrade cuyo fecundo trabajo en pos de las cofradías ha dejado un importante legado

20 sep 2017 / 06:57 h - Actualizado: 20 sep 2017 / 06:57 h.
"Cofradías","Guía cofrade"
  • Juan Carrero Rodríguez, durante la presentación de su diccionario cofradiero. / El Correo
    Juan Carrero Rodríguez, durante la presentación de su diccionario cofradiero. / El Correo

Los que siguen esta Guía Cofrade se habrán percatado de que en ella, de momento, no abundan sobremanera los nombres propios. Pero en este caso es inevitable hacer referencia a un ilustre cofrade cuyo fecundo trabajo en pos de las cofradías ha dejado un importante legado. El Carrero, así a secas, es la denominación popular y cariñosa que toda una generación de cofrades, algo ya veterana, empleó para bautizar, tras su aparición en el mercado, un libro de más largo título que pronto se convirtiría en uno de los volúmenes de referencia de la bibliografía dedicada a la Semana Santa de Sevilla: los célebres Anales de las Cofradías Sevillanas, la obra monumental donde el recordado historiador y cofrade de Las Penas Juan Carrero Rodríguez recopiló buena parte de los saberes y la historia de esta fiesta. Su edición original se publicó en el año 1984: una voluminosa obra de 735 páginas ilustrada en su portada por un primer plano de los ángeles tenantes de la cruz de carey y plata del Señor de las Penas de San Vicente. Gracias a su éxito entre el público cofrade, aquella cotizada obra sería reeditada y ampliada en el año 1991. Desde su aparición, fruto del trabajo infatigable y de la minuciosa investigación desarrollados por Carrero en archivos y hemerotecas, esta obra se convirtió en un tesoro documental en la biblioteca de todo cofrade, más si cabe en una época donde todos los saberes se encerraban en los libros y no existía la socorrida red de Internet. Las páginas del Carrero encerraban saberes enciclopédicos de todas y cada una de las cofradías, cuya historia era desgranada siglo a siglo, año a año, en un verdadero aluvión de datos y apuntes, recopilados pacientemente por su autor. Más de treinta años después de su alumbramiento, el Carrero sigue siendo una obra editorial imperecedera