Guía cofrade: El ‘segundo’ (127)

Esta Guía Cofrade que viene editando El Correo de Andalucía repara en su capítulo de hoy en un término que corresponde más estrictamente al léxico de capataces y costaleros. El segundo –así, sin más– es el primero de los auxiliares o ayudantes con el que cuenta el capataz principal de una cofradía y por tanto el que le sigue en jerarquía. Como su adjetivo ordinal refiere, es el segundo de a bordo dentro del equipo de capataces, que además del capataz principal y del segundo está compuesto también de otros auxiliares, ayudantes y contraguías. La función principal del segundo es asistir en sus quehaceres al capataz principal o titular de la cofradía. De este modo, en hermandades con dos o más pasos, mientras que el capataz principal manda o bien el paso donde procesiona la imagen de mayor devoción, o bien el paso de palio por ser éste en ocasiones el que más dificultades puede presentar en las calles estrechas, el segundo es el que suele mandar el otro paso. En caso de que la cofradía disponga de un solo paso, las funciones del segundo se reducen a acompañar a su capataz titular en la delantera del mismo mientras este manda, estar al tanto de los relevos y los costaleros de refresco, o tomar el martillo del paso en cualquier momento. En los trances más importantes del recorrido de una cofradía, caso de su tránsito por una estrechez o bien a la entrada o la salida del templo de uno de los pasos, es el capataz principal el que suele tomar el mando del mismo, mientras que el segundo le suple al frente del otro paso. El segundo suele ser la persona de más confianza del capataz, si bien a lo largo de la historia han sido numerosos los casos en que un segundo se ha acabado independizando de su capataz principal para hacer carrera en solitario.