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Víctor García–Rayo y Ana Enterría presentaron la última edición de la gala La Pasión. / El Correo
Están de moda. De eso no cabe duda. Nos referimos a las galas cofrades. Es cierto que, a veces, las vísperas se disfrutan más que la propia Semana Santa. Y cuando hablamos de vísperas nos referimos a todas esas semanas en las que estamos esperando el amanecer de un nuevo Domingo de Ramos. La expectación es apasionante. Y esa expectación está aderezada por múltiples eventos, actos y acontecimientos que anuncian lo que está por llegar.
Entre esos actos a los que nos referimos cada vez sobresalen más las galas cofrades, muy frecuentes y numerosas de unos años para acá.
Una gala cofrade –celebrada, normalmente, a última hora de la tarde– es un acto social que se dota de contenido relacionado con nuestras hermandades y cofradías. Es muy frecuente que se desarrollen en teatros o auditorios y que en ellas se cuente con la participación de bandas o saeteros. También es usual que haya un momento para el reconocimiento de algún personaje que, por su trayectoria, haya destacado en el ámbito cofrade. Suelen ser medios de comunicación, tertulias o incluso hermandades las que las organizan y desarrollan.
El Correo de Andalucía no es una excepción y organiza una de las galas cuaresmales más esperadas en nuestra ciudad. Se trata de la gala cuaresmal La Pasión donde se presenta el dispositivo que este grupo editorial pone en marcha con motivo de cada Semana Santa. La gala de este año tuvo lugar el pasado martes. En ella se reconoció a Dubé de Luque, al Proyecto Fraternitas, que desde hace años desarrolla el Consejo de Cofradías en el Polígono Sur, y a la Banda de Tejera, que cumple 150 años de vida. Además, se contó con la participación de Pascual González y los Cantores de Híspalis. Con ellos llegó la música a una gala que es la muestra perfecta para explicar con un ejemplo este concepto.