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El Señor del Soberano Poder de San Gonzalo cruza el puente de Triana. / Paco Cazalla
El término cofrade que definimos hoy seguro que les suena a los más fieles lectores de este periódico. Además de ser el lugar desde el que cada domingo el periodista Manuel J. Fernández analiza la actualidad de nuestras hermandades, con especial atención a las corporaciones de Gloria, la bulla es mucho más para la Semana Santa de Sevilla. Es algo inherente, de lo que no se puede desprender, y que no es más que el reflejo de la devoción que en esta ciudad se profesa a las imágenes del Señor y de la Santísima Virgen María. Porque todos los pasos tienen su bulla y extraño es el lugar del recorrido de una cofradía en el que no se produce una masificación de personas para verla.
Señala el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua que la bulla es la «concurrencia de mucha gente». Una definición breve que si extrapolamos a la Semana Santa podemos situar en puntos concretos del tránsito de nuestras cofradías. Y es que aunque en casi todos los lugares suele haber gentío, hay algunos que se sitúan entre los preferidos por la bulla. Lo más habitual es que tanto a la entrada como la salida de una hermandad se forme una bulla en la puerta del templo. También en otros espacios clásicos de los itinerarios como la plaza del Duque, las calles aledañas a la Carrera Oficial, la plaza del Salvador, San Pablo o el entorno del Arco del Postigo. Pues la bulla suele coincidir habitualmente con los puntos por los que discurren un mayor número de cofradías. Una mención especial merece la Alfalfa y su entorno en una jornada como la del Martes Santo en la que la mayoría de las hermandades discurren por esta zona del centro.
Es frecuente que la bulla se acentúe en la delantera de los pasos, especialmente en aquellos con imágenes de especial devoción o de gran arraigo entre los sevillanos. Además, en la terminología cofradiera se denomina a estas personas como cangrejeros, ya que como estos animales, andan hacia atrás para no perder de vista al paso.
Desde la pasada Semana Santa, y para evitar grandes aglomeraciones en los puntos más concurridos de la ciudad, el Ayuntamiento, a través del Cecop, ha puesto en marcha un plan de seguridad con el que pretende acabar con estas grandes masificaciones de público al paso de las cofradías.