Guía cofrade: Las cenizas de Patrocinio (202)

Prosigue la Guía Cofrade de El Correo para saber de la Semana Santa sevillana tanto como los especialistas de El Correo de Andalucía

04 sep 2017 / 08:00 h - Actualizado: 04 sep 2017 / 08:00 h.
"Cofradías","Guía cofrade"
  • La Virgen del Patrocinio es obra de Luis Álvarez Duarte. / Manuel Gómez
    La Virgen del Patrocinio es obra de Luis Álvarez Duarte. / Manuel Gómez

Puede que muchos sevillanos no conozcan esta historia, que no es leyenda sino real. La Virgen del Patrocinio de la hermandad del Cachorro que tallara Luis Álvarez Duarte en 1973 tras el trágico incendio que quemó la anterior dolorosa, lleva en sus interior restos de las cenizas de la talla que era titular de la hermandad del Viernes Santo para darle el simbolismo de continuidad a la nueva imagen que, desde entonces recibe culto en la hermandad y es una de las tallas más populares del barrio de Triana. El modelo de barro que uso el autor, fue tirado al río una vez que terminó todo el proceso de creación.

El incendio en la capilla del Patrocinio ocurrió el lunes 26 de febrero de 1973. Al día siguiente arrancaba el quinario al Cristo de la Expiración. Eran las tres de la tarde aproximadamente cuando dos hermanos que estaban en la parte trasera de la iglesia vieron cómo salía humo de las ventanas. Rápidamente, intentaron acceder junto con más hermanos pero no lo lograron, y aunque el humo impedía la visión, el hermano Joaquín Rodríguez pudo saltar desde un balcón, entrar en la iglesia y abrir la puerta desde dentro. Todos los presentes se dieron cuanta cuando llegaron los bomberos de que el centro del fuego estaba precisamente en el altar de la iglesia. Tristemente, la dolorosa quedó carbonizada y el Cristo de la Expiración también tenía daños por el agua que había recibido tanto en el costado derecho como en las piernas. Tal era el dolor por esta pérdida, en Triana en particular y en toda la ciudad en general, que las cofradías se pusieron desde el primer momento a disposición de la hermandad del Cachorro para ayudar en lo que pudieran. Así, hermandades como Santa Cruz o la Estrella llegaron a ofrecer sus vírgenes para que acompañasen al Cristo de la Expiración durante su estación de penitencia de la Semana Santa de 1973.

Los imagineros Cruz Solís recomendaron que el Cristo no hiciera la estación de Penitencia por las malas condiciones que presentaba mientras que el 22 de marzo se aprobaba la restauración del Cristo y el encargo a Álvarez Duarte de la nueva Virgen, que fue bendecida el Domingo de Ramos siguiente por el cardenal Bueno Monreal.