Guía cofrade: Medallón (425)

Prosigue la Guía Cofrade de El Correo para saber de la Semana Santa sevillana tanto como los especialistas de El Correo de Andalucía

18 abr 2018 / 11:06 h - Actualizado: 18 abr 2018 / 11:06 h.
"Cofradías","Guía cofrade"
  • Medallón sobre el pecho del pertiguero del palio de Las Penas de San Viciente. / Manuel Gómez
    Medallón sobre el pecho del pertiguero del palio de Las Penas de San Viciente. / Manuel Gómez

La del pertiguero es una de las figuras más características de todas las que forman parte de los cortejos procesionales de las hermandades y cofradías. Su labor, ciertamente artificial en las celebraciones litúrgicas –solo deberían participar en la procesión de entrada junto a los sacerdotes–, cobra mucho más sentido durante el desarrollo de las propias estaciones de penitencia, pues en ellas actúa como una especie de diputado de tramo para coordinar los movimientos del cuerpo de acólitos de cada uno de los pasos. Se diferencia de ellos en su labor y, también, en su vestimenta, que suele ser más rica y barroca que la del resto de servidores. A un pertiguero nunca debe faltarle el ropón, nombre que se le da a la especie de túnica con la que se reviste, la vara o pértiga, de la que recibe su nombre y que le permite ordenar los movimientos de los acólitos, y el medallón, concepto que protagoniza hoy este capítulo de la guía cofrade. El medallón del pertiguero es uno de sus signos identificativos, claramente visible pues destaca sobre el pecho de la persona encargada de desarrollar estas funciones. Se trata de un emblema, a modo de cartela, colgado del cuello, y que suele estar realizado en material metálico (plata, alpaca o metal plateado, entre otros). De tamaño considerable, reproduce el escudo de la corporación o algún símbolo identificativo de la hermandad o de algunos de los títulos que ésta ostenta. Por ejemplo, en algunas hermandades sacramentales es habitual ver cómo este medallón del pertiguero incluye en su parte central una custodia o algún que otro símbolo de carácter eucarístico. Cierto es que no todos los pertigueros hacen uso de este medallón pero que en aquellos casos en los que sí se utiliza es un elemento sustitutivo de la medalla de la hermandad. En su parte trasera, el medallón suele estar rematado por un borlón que cae sobre la espalda de este acólito y cuyo tamaño también es algo más amplio de lo habitual. El cordón con el que este elemento se coloca colgado del cuello es un cordón, algo más grueso que el de la medalla, que tiene entrelazados hilos de idéntico color a los corporativos. Eso sí, suelen estar realizados de un material mucho más noble que el de las medallas ordinarias de los hermanos. Por ejemplo, se hace uso de para ello de la seda.